El secreto para cuidar las plantas en los días más tórridos reside en pequeños gestos diarios que marcan la diferencia. No basta con regar a cualquier hora; el calor extrema la evaporación y estresa las raíces. Comprender este fenómeno te permitirá mantener tu jardín fresco y vibrante sin pasarte horas tratando de rescatar hojas marchitas.
Con un par de ajustes en tu rutina —como cambiar el momento de riego y proteger el sustrato— prepararás un microclima ideal. En este artículo descubrirás consejos sencillos que mi abuela aplicaba, trucos modernos de jardinería y la clave para cuidar tus plantas con constancia, sin que el verano te pase factura.
9Nutrición estival equilibrada

Durante el calor intenso, aplica abonos suaves de liberación lenta para cuidar las plantas sin forzar el crecimiento. Fertilizantes concentrados pueden quemar raíces si se usan en exceso bajo el sol. Una dosis moderada cada dos o tres semanas es suficiente.
Escoge productos orgánicos o específicos para verano. Así, tus plantas recibirán los nutrientes necesarios sin sufrir desequilibrios. Combinar abono con acolchado orgánico crea un entorno fértil y duradero que las ayudará a remontar las jornadas más calurosas.