El secreto para cuidar las plantas en los días más tórridos reside en pequeños gestos diarios que marcan la diferencia. No basta con regar a cualquier hora; el calor extrema la evaporación y estresa las raíces. Comprender este fenómeno te permitirá mantener tu jardín fresco y vibrante sin pasarte horas tratando de rescatar hojas marchitas.
Con un par de ajustes en tu rutina —como cambiar el momento de riego y proteger el sustrato— prepararás un microclima ideal. En este artículo descubrirás consejos sencillos que mi abuela aplicaba, trucos modernos de jardinería y la clave para cuidar tus plantas con constancia, sin que el verano te pase factura.
2Frecuencia de riego inteligente

Para cuidar las plantas, es preferible regar si menos a menudo pero con abundante agua cada vez. La humedad continua debilita las raíces y favorece hongos. Un riego profundo promueve un sistema radicular fuerte y prepara a tu jardín para afrontar días de calor extremo sin mostrar síntomas de estrés hídrico.
Observa la superficie del sustrato: si se agrieta o está muy seco, es hora de volver a regar. Pero no te dejes llevar por la intuición del calendario: cada planta es distinta. Adaptar la frecuencia al tamaño de la maceta, al tipo de tierra y al calor del momento asegura un desarrollo óptimo.