viernes, 4 julio 2025

«Valle Salvaje»: Úrsula, Julio y el plan difinitivo para terminar con Rafael y Adriana

La historia de Valle Salvaje continúa enredando una red de pasiones, secretos y traiciones que mantienen a los espectadores sin poder moverse de sus asientos. En el episodio 202, la calma entre Adriana y Rafael forma parte de la tormenta que se acerca. Cuando la pareja disfruta de un reconfortante encuentro, Úrsula y Julio tejen un plan que podría arruinar su felicidad. Bernardo y Mercedes, por su parte, los cuales estaban esperanzados, tampoco pueden dejar de lado las maniobras de Victoria y José Luis. La finca se ha convertido en una batalla donde chocan el amor y la codicia.

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LA PAZ PREVIA A LA TORMENTA

Fuente: RTVE

Un par de personajes viven una cómica discusión. Mientras Adriana y Rafael se debaten con una amenaza que es totalmente invisible, su casa, la Casa Pequeña, la casa de los dos, se convierte en un lugar donde ambos intentan construir su felicidad: una casa que es, al mismo tiempo, un hogar y un santuario, lugar de intimidad, pero la casa tiene oídos y los enemigos nunca duermen.

Cada risa, cada broma, cada plan que seducen es una pequeña victoria sobre un adversario que desea su fracaso. Victoria y José Luis no son una pareja que se amedrenta. Su convocatoria no es casual; es un movimiento, un intento de desestabilizar las bases de la pareja. ¿Qué noticia podrían presentar, un «así» que afectase directamente su presencia en el hogar? ¿Una deuda ficticia? ¿Una ilegalidad relacionada con la documentación de la casa?

Mercedes, que siempre tiene el instinto a flor de piel, percibe que hay algo que no va. «No vale la pena que se dediquen a torear», le dice a Bernardo. Aunque dentro suena el tambor del lugar que tiembla. El esfuerzo por la posesión de Casa Pequeña es, en efecto, solo el inicio de la lucha por conseguir algo mucho más grande. En caso de que Victoria y José Luis consigan su voluntad, los dejarábamos no sólo sin casa, sino que los dejaríamos sin dignidad.

Sin embargo, el Bernardo que vendría no sería el mismo Bernardo débil anterior. Ha aprendido a luchar y no debe nada, y esta vez está decidido a luchar. La cuestión es, ¿conseguirá su querer y su empeño borrar cualquier señal de maquinación y poder? O bien, como tantas veces sucede en Valle Salvaje, ¿serán el poder económico y la influencia quienes tengan la última palabra?

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