El nuevo capítulo de La Promesa, que se emite este jueves 3 de julio, promete ser un punto de inflexión para varios de sus personajes más queridos. Entre ellos, cabe subrayar a María Fernández, un personaje que ha tenido una evolución por derecho propio a lo largo de la serie pero que, en esta encrucijada emocional y personal, se juega mucho a poder continuar o cambiar su vida. La presión aguantada, el acoso diariamente recibido y las muertes se unen para lanzarla a un precipicio del que solo ella podrá decidir si quiere salir… o bien marcharse para siempre.
2UN APRENDIZ DEMASIADO ANSIOSO

Mientras la trágica historia de María se desarrolla en La Promesa, el joven Toño protagoniza una historia con mucha ambición, inocencia y traición. Y es que animado con las ideas de Enora, la joven ingeniera que ha dado un giro a la ingeniería del mundo técnico de La Promesa, Toño toma la decisión que puede marcar su vida; hacer pasar como suyas las ideas que han ideado juntos.
«Si Manuel cree que son mis ideas, él me respetara», se dice a sí mismo, ignorando la trampa que supone mentirle a un hijo de un marqués. El momento de la verdad llega. Y Toño expone con orgullo las mejoras que ha aplicado a los motores, mientras observa atento a la posible reacción de Manuel, que, si bien reconoce el valor técnico de la propuesta, empieza a desconfiar.
Falta algo en la historia, una inseguridad, una falta de control que hace emerger al joven aprendiz. «Es brillante. Sí… pero no parece tu estilo», murmura Manuel en una imagen de tensión reprimida. Toño traspasa otra vez una línea delicada. Ha traicionado no solo la confianza de Enora, quien ha querido ayudarle durante este tiempo a escondidas, sino que ha comprometido también su propia integridad.
El gesto, que ha surgido de una voluntad de agradar y de hacer un buen papel, puede volverse en su contra si la verdad acaba saliendo a la luz. La destreza necesita valor, pero también necesita honradez: Toño ha olvidado esta lección en su búsqueda de hacer un juego brillante. Ya solo queda esta subtrama, cuyo desenlace será chocante en caso de que Enora quiera reclamar su autoría, o en caso de que Manuel quiera indagar más allá de la superficie.