Tal y como explicó MERCA2, Banco Sabadell anunció la venta de su filial británica al Banco Santander por 3.100 millones de euros. Si bien, el precio de la adquisición se elevará a 3.400 millones de euros, considerando los beneficios estimados de TSB hasta el cierre de la operación, que está previsto para el primer trimestre de 2026.
En este sentido, quien sale perdiendo con este movimiento es BBVA. La entidad financiera con sede en Bilbao, con la aprobación de la venta de TSB, ve cómo se complica aún más la adquisición de Banco Sabadell. Asimismo, la adquisición de la filial británica por parte de Banco Santander se observa como el último gran esfuerzo de Sabadell para convencer a sus accionistas de que no acepten la oferta de BBVA durante el periodo de adquisición.
Sin ir más lejos, y como bien señalan desde Banco Sabadell en el folleto publicado en la CNMV, «esta operación representa una oportunidad estratégica y resulta extraordinariamente beneficiosa para la Sociedad y sus accionistas, ello con independencia de la oferta pública voluntaria de adquisición sobre la totalidad de las acciones de Banco Sabadell formulada por BBVA, cuyo anuncio previo se difundió como información privilegiada el 9 de mayo de 2024».

LA PARTE NEGATIVA DE LA VENTA DE TSB RECAE SOBRE BBVA
En este contexto, uno de los objetivos de BBVA para adquirir Banco Sabadell es conseguir una dimensión estratégica que incremente significativamente su tamaño nacional, convirtiéndolo indiscutiblemente en el segundo mayor operador después de CaixaBank, pero por delante de Santander.
No obstante, BBVA también está interesada en alcanzar a Banco Santander en términos de capacidad de respuesta. Un hecho que se le complica con la transacción de TSB, y que perjudica al banco con sede en Bilbao. Para Banco Santander, la operación de integración de TSB supone pasar a ser la cuarta entidad del país por valor de hipotecas, eso sí, aumentando su cuota de mercado en hipotecas del 10,5% al 12,5%.
SI LA OPA PROSPERA, BBVA TENDRÍA DERECHO A RECIBIR CUALQUIER REMUNERACIÓN EXTRAORDINARIA DERIVADA DE LA OPERACIÓN
Centrándonos en qué complica a BBVA este movimiento tenemos que pensar que al ofrecer sus acciones a los accionistas de Sabadell, BBVA se enfrentaría a la incertidumbre sobre la futura distribución del excedente de capital de la operación por parte del banco con sede en Bilbao, frente a un dividendo fijo de 0,50 euros por acción.
Asimismo, como bien señalan los analistas de RBC Capital Markets, «también recibirían un dividendo absoluto por acción menor, ya que el mismo excedente de capital de aproximadamente 2.500 millones de euros se compartiría entre todos los accionistas de BBVA. En nuestra opinión, los términos del acuerdo actualmente definidos podrían requerir modificaciones, y habrá que esperar para obtener mayor claridad sobre el impacto financiero final de la operación antes el inicio del periodo de adquisición».

Por otro lado, suponiendo que los accionistas de Banco Sabadell aprueben la operación a principios de agosto de este mismo año, la entidad financiera deberá obtener la aprobación de la PRA, la CMA, y el BCE del Reino Unido. «La finalización de la transacción no se vería afectada por posibles cambios de propiedad en el Grupo Sabadell si la oferta pública de adquisición de BBVA prospera», hacen hincapié desde la dirección de Banco Santander.
LOS TÉRMINOS CLAVE DE LA TRANSACCIÓN POR PARTE DE BANCO SABADELL
En este sentido, si observamos la operación de la venta de TSB desde el punto de vista de Banco Sabadell, se trata de una operación íntegramente en efectivo, donde el precio inicial era de aproximadamente 3.098 millones de euros, es decir, aproximadamente 1,5 veces el valor de transacción de TSB al primer trimestre de 2025.
La contraprestación total se ajustará al alza o la baja en función de la evolución del valor liquidativo total de TSB entre el 1 de abril de este año, y cuando se cierre la operación. Según las proyecciones financieras de TSB, y asumiendo una fecha de cierre para el 31 de marzo de 2026, Banco Sabadell estima una contraprestación adicional de aproximadamente 270 millones de euros, para un total de 3.360 millones de euros.

En cuanto al cierre esperado de la transacción, se situaría dentro del primer trimestre de 2026, sujeto eso sí a la aprobación de los accionistas de Banco Sabadell en una junta extraordinaria que se celebrará el próximo seis de agosto. Si bien, el cien por cien de la participación accionaria se venderá a Santander, la sucursal de Banco Sabadell en el Reino Unido queda excluida del perímetro, y la entidad bancaria podrá continuar operando su negocio de CIB en el Reino Unido.
Sabadell ha acordado no competir en el mercado británico durante los 24 meses siguientes a la finalización de la operación, es decir, nos iríamos hasta el primer trimestre de 2029, cuando Banco Sabadell pueda comprar otro banco inglés si la situación y la propia entidad lo ve necesario. No obstante, el consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, ha dejado claro que, «a partir de ahora centraremos nuestra estrategia en España, donde tenemos una gran capacidad de crecimiento tanto en negocio como en evolución bursátil, en comparación con las entidades comparables».