La decisión del Gobierno español de eliminar la energía nuclear de su mix es, cada vez más, una excepcionalidad en el panorama internacional. La última institución en subirse al carro atómico ha sido el Banco Mundial, que por primera vez en más de seis décadas vuelve a respaldar este tipo de generación.
La entidad nacida en los acuerdos de Bretton Woods ha confirmado la firma de un acuerdo de colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para promover el uso tecnológica y físicamente seguro y responsable de la energía nuclear en los países en desarrollo.
El acuerdo de asociación, suscrito por el presidente del Grupo Banco Mundial, Ajay Banga, y el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, formaliza las múltiples actividades realizadas por ambas instituciones en el último año y constituye el primer paso concreto del Grupo Banco Mundial en 66 años retomar la apuesta por la generación nuclear.
IMPULSO A LA NUCLEAR ANTE EL AUMENTO DE LA DEMANDA
La comunicación del Banco Mundial expresa que el acuerdo con la OIEA también refleja un nuevo y más amplio planteamiento de la electrificación por parte de la institución, en el que se da prioridad a la accesibilidad, la asequibilidad y la fiabilidad, con una gestión responsable de las emisiones. Dado que está previsto que la demanda de electricidad en los países en desarrollo se duplique de aquí a 2035, este planteamiento tiene como objetivo ayudar a los países a suministrar la energía que la población necesita habilitando las vías que mejor se adapten a la situación nacional, incluidos los objetivos de desarrollo y las contribuciones determinadas a nivel nacional.
Banga justificó el acuerdo en el gigantesco aumento en la demanda de electricidad que se proyecta en todo el mundo debido al avance de la Inteligencia Artificial (IA) y el desarrollo acelerado de numerosas economías.
«Por eso apostamos por la energía nuclear como parte de la solución y volvemos a incluirla en la fórmula que el Grupo Banco Mundial puede ofrecer a los países en desarrollo para que concreten sus aspiraciones» -declaró- «Un aspecto importante es que la energía nuclear proporciona electricidad de carga base, algo fundamental para la construcción de economías modernas».
«Un aspecto importante es que la energía nuclear proporciona electricidad de carga base, algo fundamental para la construcción de economías modernas»
Ajay Banga, presidente del Grupo Banco Mundial
Grossi, por su parte, apuntó que la alianza con el Banco Mundial pone de manifiesto «una actitud más realista» respecto de la generación nuclear y «abre la puerta a que otros bancos multilaterales de desarrollo e inversores privados la consideren como una herramienta viable para lograr la seguridad energética y la prosperidad sostenible».
El acuerdo entre ambas entidades vertebra un marco de colaboración que compromete a la OIEA a «ampliar los conocimientos» del Banco Mundial en el ámbito de la energía nuclear -o ‘nucleoeléctrica’, como la denomina el comunicado emitido-, así como a trabajar conjuntamente para acelerar el desarrollo de los reactores modulares pequeños (SMR). La tercera de las resoluciones adoptadas es la que más contrasta con el camino que ha tomado el Gobierno de España: la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares existentes.
Al igual que la Unión Europea (UE), que incluye a la energía de uranio como parte fundamental de la taxonomía comunitaria de transición energética, el Banco Mundial y la OIEA se han conjurado para «ayudar a los países en desarrollo a prolongar de forma segura la vida útil de los reactores nucleares existentes, una de las fuentes de electricidad con bajas emisiones de carbono más eficaz en función de los costos, ya que a nivel mundial muchos reactores se acercan al final de su vida de diseño original de 40 años».
ESPAÑA NADA A CONTRACORRIENTE
En nuestro país, por el contrario, el calendario de cierre nuclear acordado entre el Gobierno y sus socios estipula que entre 2027 y 2035 se llevará a cabo la clausura escalonada de las siete centrales que operan en territorio nacional. Los intentos de las compañías gestoras de las plantas -entre las que se cuentan gigantes como Iberdrola, Endesa y Naturgy- para revertir la decisión o al menos prorrogar la actividad de las instalaciones han sido, por el momento, infructuosos.
En 2024, la nuclear, con un 19,57% del total, fue la segunda fuente que más aportó al conjunto del sistema eléctrico español, solo por detrás de la eólica (23%), aunque ésta última tiene una potencia instalada mucho mayor (7.117 megavatios frente a 31.700).
Además, la energía nuclear volvió a ser la tecnología que más horas equivalentes a plena potencia ha estado operativa, concretamente el 83,27% del total de las horas, es decir, en 2024 ha producido electricidad 7.314 horas de las 8.784 horas del año.