martes, 1 julio 2025

«Sueños de Libertad»: Pedro sorprende a todos con su última decisión sobre Gabriel

Sueños de Libertad regresa con un capítulo lleno de tensiones, decisiones arriesgadas y movimientos estratégicos que prometen cambiar el rumbo de muchos personajes. La sombra del poder de Don Pedro parece cubrir a todos, pero algunos ya están hace tiempo fuera del juego. El capítulo 340 de la serie va así de amenazas sutiles a alianzas forjadas en las sombras, hasta establecer un tablero de intrigas en el que nadie parece a salvo. Gabriel, Pelayo, Luis y María se convierten en piezas del juego donde la lealtad no tiene cabida y la lucha por la supervivencia es incesante.

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DON PEDRO Y GABRIEL EN SUEÑOS DE LIBERTAD

Fuente: Atresmedia

El enfrentamiento de Gabriel y Don Pedro llega a un límite en este capítulo de Sueños de Libertad. El joven abogado hace uso de toda su elocuencia para convencer al patriarca para que la inclusión de Gabriel sería una ganancia para todos, pero Don Pedro no se amilana. Con el más helado de los fríos, el empresario deja claro que no desea que él se eleve, y apena rechaza su inclusión: es una cuestión de control.

Sin embargo, lo que más puede llamar la atención ya comienza después. Tras una llamada de María, Pedro le ordena a Irene que sondee a los miembros de la junta, dejando ver que la decisión de la junta no necesariamente está ya tomada. Lo más peculiar, sin embargo, es que, en un arrebato delirante, Pedro acepta la inclusión del abogado sin pedir el voto, pero Damián, mientras celebra, no se da cuenta de que su sobrino todavía sigue urdiendo en contra de él.

El episodio culmina con la pregunta abierta que ya se anticipaba al verbo: ¿Gabriel está fortaleciéndose o está siendo manipulado por instancias más poderosas? La conversación que tuvo con María con la amenaza de convertirla en su aliada ya deja claro que su ambición no tiene límite, ni tampoco le detiene ninguno de sus escrúpulos. Sin embargo, si hay algo que subyace a la simple lógica de que una subtrama y un final, es que hay algo más que lo que parece.

María, dividida entre su propia lealtad a los De la Reina y el temor a Gabriel, puede tornarse en la pieza que haga temblar todo como un castillo de naipes. La rebelión de María acabará en castigo; la obediencia le convertirá en cómplice de su propia interdicción. En esta ocasión, la labor de Irene, como elemento moderador, es de suma importancia. ¿Qué grado de lealtad le mantiene a Don Pedro? ¿O quizás espera el momento de pasarse al otro bando?

Gabriel, en todo caso, ha aprendido rápidamente sus reglas de juego. La particular trampa para Damián avanza con sigilo; un error, sin embargo nimio, puede hacerle caer en una ensalada de sus propias palabras. La confianza es un arma de dos filos, e incluso parece estar dispuesto a usarla contra cualquiera.

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