La DGT intensifica sus controles justo cuando el verano aprieta de verdad y el aire parece detenerse sobre el asfalto. En plena ola de calor, conducir sin la etiqueta ambiental obligatoria puede costarte hasta 200 € de multa, y no hace falta que un agente te vea: basta con que una cámara lea tu matrícula y te remita la sanción. La DGT coordina con los ayuntamientos para endurecer estas restricciones en las grandes ciudades y proteger la calidad del aire en los días más tórridos.
Aunque no exista una alerta formal de contaminación, la DGT puede activar de un día para otro el protocolo especial cuando el termómetro marque más de 35 °C, aplicando sanciones automáticas en Zonas de Bajas Emisiones. Si tu coche no tiene el distintivo, la multa llegará a tu casa y, además de doler al bolsillo, dejará claro que la DGT no bromea con el medioambiente ni con nuestra salud.
4Sanciones sin alerta oficial: el factor sorpresa

Puede que no veas banderas rojas ni oigas sirenas informando de alerta por contaminación, pero la DGT puede empezar a multar en cualquier momento, siempre que el calor supere los 35 °C acordados. Esto sorprende a muchos conductores, que creen que solo multan con aviso previo.
La DGT defiende que las señales en las entradas a las ZBE y las notificaciones en la app miDGT son suficientes para informar de las restricciones puntuales. Ignorarlas equivale a una apuesta arriesgada con tu bolsillo.