Si una situación reciente ha separado a las empresas de VTC en España, esa es la aprobación, en tribunales, de unas 8.500 licencias para Cabify en Madrid. La decisión ha encendido las alarmas de conductores, competidores e incluso de una parte del sector taxi.
Pero si una empresa ha sido profundamente crítica con la decisión ha sido Bolt, que ha señalado no solo el riesgo que representa para el mercado del transporte de la capital esta inyección de nuevos conductores y vehículos, sino también el riesgo particular de que se sume este número de licencias a un solo operador
Para Daniel Georges, consejero delegado y director general de Bolt, el problema es evidente. «Desde Bolt nos oponemos a la concesión de esas 8.500 nuevas licencias que pasarían a manos de una misma empresa. No se trata de frenar el crecimiento del sector, sino de evitar que una sola plataforma concentre, en una flota propia, el 70% de las licencias. Esta situación pone en riesgo la competitividad y la sostenibilidad empresarial de miles de empresas, fundamentalmente PYMEs y autónomos, e incluso puede dar pie a la especulación con las mismas», ha expresado a este medio
Es cierto que no es una sorpresa, después de todo desde Bolt se ha insistido mucho en los problemas que puede generar esta decisión. En su momento, la empresa llegó incluso a publicar una carta abierta a la Comunidad Autónoma de Madrid para hablar sobre la situación y pedir que se revisara el volumen de licencias que se entregará a Cabify; a esta realidad se suma que el unicornio español todavía espera que se aprueben un total de casi 20.000 licencias que han solicitado a la Comunidad.
«El reparto de licencias debe responder a una necesidad real del mercado y situarse dentro de una regulación equilibrada que garantice la diversidad de actores. Por ello, apostamos por un sistema donde empresas de todos los tamaños tengan su lugar, y por un modelo plural, transparente y competitivo. Cualquier incremento en el número de licencias, en el futuro, debería realizarse por procesos competitivos, como pudiera ser un concurso público o licitación, a semejanza de lo que ocurre en otros mercados», sentencia Georges sobre la situación.
BOLT DEFIENDE EL CRECIMIENTO ORGANIZADO
Lo cierto es que desde la empresa tampoco niegan la posibilidad de que eventualmente sean necesarias nuevas licencias y vehículos en Madrid. La realidad, difícil de ignorar, es que a medida que aumenta la población de la ciudad, o que llegan nuevas actividades culturales y deportivas, las empresas de VTC como Bolt dan por sentado que tendrá que aumentar la cantidad de vehículos del sector.
«Hasta la fecha, la Comunidad de Madrid cuenta con más de 16.000 taxis y alrededor de 9.000 VTC. La entrada masiva de licencias VTC, concentradas además en una sola empresa, rompería este equilibrio alcanzado en los últimos años entre el taxi y las VTC. Desde Bolt creemos que esta judicialización del sector pone en riesgo los puentes construidos entre plataformas y flotas de VTCs y taxis con el gobierno autonómico», explica Georges.
«Eso no quiere decir que en el futuro se amplíe la oferta de movilidad, teniendo en cuenta que la ciudad seguirá creciendo en población, turistas y actividad económica. Sin embargo, es necesario que la evolución sea sostenible y en línea con los actores económicos, como es el caso de la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos (España de Noche) con la que compartimos una estrecha alianza para mejorar la oferta de movilidad, especialmente en horario nocturno», sentencia el directivo de la empresa de transporte.
LA COMPLICADA CONVIVENCIA CON EL TAXI
A esta situación se suma la complicada relación del sector de las VTC con el taxi. La situación siempre ha sido tensa, incluso si en Madrid no se repiten de forma constante las protestas del mundo del taxi, constantes en Barcelona, la situación ha sido suficiente para complicar de nuevo el momento, con una parte del sector criticando la llegada de las nuevas licencias, y otra que da por hecho que la llegada de las mismas realmente afectará solo a los conductores de «nueva movilidad».

«Desde Bolt estamos convencidos y defendemos que el sector del taxi y de las VTC pueden y deben convivir. Se trata de modelos complementarios, cuyo objetivo debe ser ofrecer al cliente el mejor servicio posible y construir una oferta de movilidad eficiente, sostenible y que responda a las necesidades de la ciudadanía. La mejor prueba de ello es que, en regiones como Madrid, el negocio de taxi y VTC experimenta un muy buen momento», explica por su lado Georges.
«Para ello necesitamos contar con una sólida regulación que atienda a ambas partes, en beneficio siempre del ciudadano, que garantice esa convivencia en condiciones de igualdad y evitando prácticas que favorezcan la concentración. Además de proteger a todos los profesionales, tanto del taxi como de las VTC. A día de hoy, y no es el caso de Madrid, siguen vigentes en algunas regiones restricciones desproporcionadas e injustificadas desde el interés público, como es el caso de una longitud mínima de los vehículos», sentencia el directivo.