lunes, 30 junio 2025

Jan Martínez Ahrens acelera los cambios en El País para alejarlo del Gobierno

El diario El País se acerca a su 50 aniversario en medio de uno de los periodos más delicados de su historia. La llegada de la efeméride encuentra al editor del periódico, el Grupo Prisa, navegando aguas turbulentas tanto a nivel editorial como empresarial.

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Su presidente y máximo accionista, Joseph Oughourlian, ha impulsado cambios con el fin de controlar el principal periódico generalista en papel del Estado. En un gesto cargado de simbolismo, el mandamás del fondo buitre Amber Capital se ha acercado a su antaño enemigo Juan Luis Cebrián, primer director de El País, pope de la izquierda mediática durante décadas y hoy furibundo antisanchista desde tribunas que tiempo atrás hubiera calificado como dignas del ‘sindicato del crimen’.

La reconciliación entre el inversor francés y el gallo madrileño tiene lugar en un momento en el que el periódico y su grupo editor protagonizan un proceso de redefinición ideológica. El distanciamiento entre Oughourlian y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras más de dos años de desconfianza mutua, se ha traducido en una serie de movimientos estratégicos.

El empresario maniobró para frenar el proyecto televisivo ideado por José Miguel Contreras, a quien forzó a abandonar el grupo junto con el consejero delegado de Prisa, Carlos Núñez. En su lugar, ascendió a su principal colaboradora Pilar Gil como CEO de Prisa Media.

Este viraje ha venido acompañado de una puesta en escena que no ha pasado desapercibida: el inversor se fue a echar pestes de las injerencias gubernamentales a Expansión, competidor directo del económico Cinco Días, también de Prisa. Además, tuvo la altanería provocadora de comparar a Sánchez con Franco en una tribuna, y se acabó autonombrado presidente de El País con el fin de visibilizar quién pasaba a tener mando en plaza.

El exsanchista asegura que busca mantener la independencia del periódico frente al poder político, aunque su ascenso a la presidencia de Prisa, en 2021, se vio facilitado por el propio entorno del presidente entonces encarnada en José María Álvarez-Pallete, ¡las vueltas que da la vida!

El entonces presidente de Telefónica desactivo al frente felipista liderado por el Banco Santander y aupó a Oughourlian, que se desentendió de la línea editorial de la Cadena SER y El País al permitir que La Moncloa nombrase virreyes en el multimedia a los dos principales asesores mediáticos del presidente, el diplomático Miguel Barroso (ya fallecido) y el ubicuo José Miguel Contreras.

En septiembre de 2022 Oughourlian parecía encantado con el cambio de la línea editorial, «quisimos ser de derechas pero no nos salió y volvimos a la izquierda». Aquellos eran días de vino y rosas, ni Sánchez era Franco para Oughourlian ni Oughourlian era un traidor para Sánchez.

Sanchez y Oughourlian Merca2.es
Pedro Sánchez y Joseph Oughourlian. Foto: Europa Press.

Entonces, el primer accionista de Prisa acaba de entrar bajo palio gubernamental al accionariado de Indra, que tenía iluminado el horizonte gracias al belicismo global que entonces no parecía disgustar tanto al PSOE.

NEGOCIACIÓN A LA VISTA

Un grupo empresarial coordinado por Contreras, encabezado formalmente por Andrés Varela Entrecanales (sí, de los Entrecanales que no pierden guerras ni elecciones) y financiado por capital extranjero, con el tiempo veremos a cambio de qué, prepara una oferta para que el PSOE recupere el control de El País y de la Cadena SER y, compense ligeramente, la asimetría del asfixiante y ultraconservador ecosistema mediático español.

De momento, y aunque sigan controlados por Oughourlian, todo apunta a que ambos medios mantendrán su línea progresista. La misma estará marcada por una clara voluntad de distanciamiento respecto al Gobierno y la negativa de acercarse al PP (y así evitar repetir el error que cometió Cebrián al alinearse con el Gobierno de Mariano Rajoy a través de su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría).

Sea como fuere, los cambios se han acelerado en El País. La destitución de Pepa Bueno como directora ha molestado a Contreras y compañía porque evidencia la falta de seriedad con la que Oughourlian asume la negociación, ya que es plenamente consciente que la cesada es del gusto de los aspirantes y de La Moncloa.

Su sustituto, Jan Martínez Ahrens, apenas ha necesitado tres semanas para marcar un nuevo rumbo editorial. Entre sus primeras decisiones destaca una bajada del tono gubernamental. Según publicó El Plural, el propio Oughourlian habría ordenado reducir el seguidismo al Gobierno y minimizar las referencias a los milagros empresariales que se producen en el entorno personal de la siempre polémica Isabel Díaz Ayuso.

La transición ha sido menos perceptible en la Cadena SER. Pese a que Àngels Barceló parecía tener un pie fuera de la emisora, todo el equipo de la casa fue renovado, lo cual ha aliviado a la Moncloa. No obstante, la sustitución de Montserrat Domínguez como directora de Contenidos por Fran Llorente, director de los ‘Telediarios’ en la era Zapatero y vinculado durante unos años a Contreras, ha sembrado inquietud en sectores del PSOE.

Y es que el prestigio de Llorente en ámbitos socialistas, y su paso por el equipo de Contreras, complicaría la critica desde Ferraz en caso de producirse un giro ideológico de 180 grados en la SER.

OTAN, ¿SÍ?

La cobertura del diario a la reciente cumbre de la OTAN que salió a pedir de boca tanto para España como para Pedro Sánchez ha evidenciado ese distanciamiento entre Gobierno y el antaño ‘diario independiente de la mañana’.

Lejos de amplificar el teatral e inteligente gesto del presidente, el diario con sede en la calle Miguel Yuste optó por un enfoque frío, en un momento especialmente delicado para el Ejecutivo tras las informaciones que vinculan al anterior secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, como supuesto líder de la trama de corrupción que hasta ahora protagonizaban las mortadelescas figuras del exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García.

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En paralelo, el periódico ha dado espacio a voces críticas al PSOE. El columnista yolandista Ignacio Sánchez-Cuenca ha pedido que Pedro Sánchez no se presente a las elecciones generales fechadas para 2027. En sus páginas también se ha publicado una tribuna del expresidente aragonés Javier Lambán, de tono abiertamente revanchista, que refuerza la idea de un viraje editorial decidido del brazo del exzapaterista y hasta ahora director de El País América, Martínez-Ahrens.

En los últimos días, con motivo de la escalada del genocidio perpetrado por Israel y su guerra contra Irán, El País ha intensificado su cobertura internacional. Lo ha hecho a cambio de rebajar la paginación de la información relacionada con la candente actualidad nacional.

Fuentes cercanas a Prisa que han sido consultadas por MERCA2.es señalan que una de las víctimas del cambio editorial del grupo podría ser Jordi Gracia, que desde febrero del pasado año ejerce como presidente del Consejo Editorial de Prisa.

Este mayúsculo intelectual es autor del minucioso ‘Javier Pradera o el poder de la izquierda’, ejerció como subdirector de Opinión del diario (desde donde se convirtió en azote de la Premio Planeta Sonsoles Ónega), y en las últimas semanas ha rebajado sus colaboraciones en El País.

Gracia codirige la revista de papel TintaLibre, órgano de pensamiento del periódico digital Infolibre. Este diario controlado por José Miguel Contreras todavía mantiene vigente un acuerdo comercial con El País.

RTVE

Hasta que llegue la oferta por El País y la Cadena SER, el Gobierno ha centrado su apuesta mediática en RTVE. La politización de La 1 y La 2 surgida por el aborto del canal de Prisa ha logrado un inesperado éxito de audiencia con el que el presidente de la Corporación, José Pablo López, tapa el mayúsculo fracaso de un proyecto que no le encargó La Moncloa, ‘La familia de la tele’.

Las buenas audiencias que logran Javier Ruiz y Jesús Cintora hacen menos audibles las críticas vertidas desde la misma derecha que manipula Telemadrid, Canal Sur, À Punt, Televisión de Galicia e incluso la hasta ahora imparcial Aragón TV.

Los buenos datos de ‘Mañaneros 360’ y ‘Malas lenguas’ también dan sepultura a la ‘telecinquización’ de TVE bajo la presidencia de López, que hacía bien en acabar con el elitismo que sufren algunos géneros y erraba al contemplar el estilo Berlusconi como modelo propio para un canal público.

La obsesión de López por las audiencias, en las que esta temporada está aprobando con nota, hace olvidar que ni al frente de Trece ni de Telemadrid destacó por su capacidad por atraer espectadores. El éxito de La 1 podría enfadar a las derechizadas privadas que, según ha contado este domingo el propio López en El Nacional, quieren que RTVE vuelva a los tiempos en los que gobernó Mariano Rajoy y «no tenga modelo y que pase por la vida sin molestar a nadie, sin decir nada, sin hacer nada y condenada a la parálisis por análisis».


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