Durante los meses de verano, cuando el número de desplazamientos por carretera se dispara, la DGT refuerza sus campañas de seguridad para recordarnos que mantener la atención y controlar la velocidad son medidas que pueden salvar vidas. Entre sus avisos más críticos figura el llamado «efecto túnel», un fenómeno que reduce drásticamente nuestro campo visual al superar cierta velocidad, y que representa un serio peligro si no sabemos cómo enfrentarlo.
Tal vez ya lo hayas experimentado sin darte cuenta: circulas a alta velocidad y notas que tu visión periférica se estrecha, como si solo pudieras enfocar lo que tienes justo delante. Esto no es una ilusión, sino un mecanismo de defensa del cerebro, que a más de 130 km/h concentra los recursos visuales en un ángulo cada vez menor, reduciendo más de la mitad el rango de visión lateral. Conducir sin conocer este riesgo equivale a ir con los ojos a media asta.
7Descansos frecuentes para recargar la atención

La DGT recuerda que la fatiga mental es tan peligrosa como la física. Por eso, recomienda hacer pausas cada dos horas de conducción. Bajar del coche, estirar las piernas, hidratarse y despejar la mente durante al menos 15 minutos es suficiente para que el cerebro recupere capacidad de atención y vuelva a procesar la información visual de manera óptima.
Estas paradas también evitan la rigidez muscular y la somnolencia, dos factores que, combinados con el “efecto túnel”, pueden provocar despistes fatales. Una mente fresca y descansada es el mejor antídoto contra la reducción del campo visual…