Anabel Pantoja y su pareja, David Rodríguez, siguen viviendo bajo la incertidumbre de una investigación judicial que aún no ha arrojado una resolución definitiva. La pareja esperaba que en estas fechas se conociera por fin si el caso quedará archivado o si, por el contrario, serán llamados a declarar ante el juez, pero la respuesta todavía no ha llegado. Desde el programa ‘Vamos a ver’ se adelantaba que tanto Anabel como David estaban especialmente nerviosos ante la inminencia de esa posible resolución, una noticia que podría cambiar radicalmente el rumbo de sus vidas y que llevan esperando desde hace meses.
2La investigación judicial

Uno de los puntos más controvertidos de la investigación tiene que ver con los informes médicos procedentes del sistema público de salud. Según lo explicado en televisión, la jueza habría mostrado ciertas dudas sobre la veracidad o la suficiencia de los documentos aportados inicialmente, llegando incluso a calificar de “incompetente” la actuación de algunos profesionales sanitarios implicados. Este extremo ha generado sorpresa y preocupación, ya que, de confirmarse, podría significar que parte de las pruebas que han alimentado la investigación tendrían una base poco sólida. Esta posibilidad podría inclinar la balanza hacia el archivo del caso, algo que tanto Anabel como David esperan desde hace tiempo.
Pese a estar siendo investigados conjuntamente, ambos han presentado defensas independientes, un procedimiento habitual en casos de este tipo cuando los dos progenitores son objeto de una misma causa judicial. Esto permite que cada uno pueda defender su posición de forma autónoma y presentar las pruebas o argumentos que considere más convenientes. A pesar de todo, tanto Anabel como David aseguran tener la conciencia tranquila y sentirse confiados en que la verdad acabará imponiéndose. A su juicio, todo ha sido producto de un malentendido y una concatenación de circunstancias desafortunadas que, unidas a la alarma generada por el ingreso hospitalario, han terminado en una situación legal tan complicada como injusta.
La situación, sin embargo, sigue siendo difícil de sobrellevar. La pareja continúa esperando la decisión de la jueza, que será quien determine si hay base para seguir adelante o si corresponde archivar la causa. Mientras tanto, tratan de mantener una rutina estable y brindar a su hija el entorno más normal posible. La incertidumbre, no obstante, pesa en su día a día y cualquier paso en falso o noticia inesperada podría desequilibrar ese frágil equilibrio. Es por eso que han preferido mantener un perfil bajo, alejados del foco mediático, sin dar declaraciones públicas mientras el proceso sigue su curso.
La sobrina de Isabel Pantoja ha tenido que aparcar sus compromisos profesionales, al menos de forma parcial, para centrarse en su familia. Esta etapa se ha convertido en una auténtica prueba para ella, no solo por lo emocional, sino también por el impacto que tiene en su imagen pública y su carrera en los medios. Aunque siempre ha estado acostumbrada a lidiar con la presión mediática, este tipo de situación judicial le exige una entereza diferente, marcada por el dolor de verse cuestionada como madre. Lo mismo ocurre con David Rodríguez, quien también ha preferido mantenerse al margen de cualquier tipo de exposición, enfocado en proteger a su hija y defender su postura ante las autoridades.
Mientras la resolución definitiva sigue sin llegar, tanto Anabel como David se aferran a la esperanza de que pronto puedan pasar página. La tensión acumulada en estos meses ha sido enorme y la espera no hace sino aumentar el desgaste emocional. Sin embargo, en sus círculos más cercanos insisten en que ambos están volcados en su hija y convencidos de que el sistema judicial les dará la razón. Una pesadilla que ya dura demasiado y que ha puesto a prueba su fortaleza personal, su relación de pareja y su resistencia frente a los juicios públicos. Ahora, con la decisión judicial cada vez más cercana, solo les queda esperar y confiar en que este difícil capítulo termine pronto, para poder recuperar la tranquilidad que tanto necesitan.