El capítulo 625 de la ficción más exitosa de RTVE promete conmocionar la casa de La Promesa, con sorpresas incendiarias, traiciones inesperadas y planes que se desmoronan. Petra, la criada, ya no está dispuesta a callarse: la sed de justicia —o venganza— que la arrastra la lleva a sacar a la luz un secreto que puede destrozar reputaciones. Mientras tanto, las tensiones entre los personajes de La Promesa alcanzan temperaturas de ebullición y dejan al descubierto la fragilidad de un universo donde las apariencias lo son todo.
2EL JUEGO DE LAS MÁSCARAS EN LA PROMESA

Manuel Luján, entrenado en el arte de mover las piezas desde la oscuridad en La Promesa, se ve obligado a afrontar una figura del pasado surgida en la actualidad como un trueno. Aquella joven de la recepció que le había llamado la atención, llega hasta el hangar, trastocando las certezas de Manuel y las interrogantes que hacía tiempo prefería dejar sepultadas. Toño, observador como siempre, es testigo del hilo que ella va tejiendo, un hilo que ni él ni Manuel parecen poder manejar.
No le desconcierta a Toño el plan como tal, sino la reacción que provoca en Manuel, un Manuel que lejos de desdecirse parece haberse metido en una partida de ajedrez en la que sólo hay una jugada peligrosa. Tal vez el heredero esté manipulando la situación pero hay también la posibilidad de que sea él quien está siendo manipulado. La tensión que existe entre los dos personajes muestra que en La Promesa hasta los más astutos tienen la capacidad de convertirse en peones.
La joven, cuya identidad se desconoce todavía, habla con la seguridad que retuerce a Manuel. Sus palabras están plagadas de dobles sentidos. Tiene la sensación de que conoce secretos que pueden despojar de su trono al heredero de los Luján. Toño, a su vez, desde su papel de espectador, intuye que ella ha llegado al hangar con un propósito oculto, no por accidente.
Manuel, aunque intenta no dejar que su cabeza se hunda, no puede evitar que una chispa negativa cruja en su mirada. Por primera vez en mucho tiempo, el hombre que siempre tiene un control de las situaciones se siente vulnerable. Toño se pregunta, si debería meterse con Manuel pero algo le dice que este enfrentamiento no es más que el principio de algo mucho más grande.
La llegada de esta mujer no solo se lleva el equilibrio de Manuel sino que podría hacer emerger secretos familiares que los Luján han mantenido desde siempre. Si Toñi se la juega, ¿lo hará para proteger a Manuel o para salvaguardar estos intereses propios familiares? El juego de poder se ha comenzado y las reglas no están escritas.