Banco Sabadell está de celebración. La entidad financiera, con una fuerte implantación en territorios como Cataluña y la Comunidad Valenciana, es especialmente valorado por su cercanía al cliente empresarial, en especial a las pymes. Ahora, los empleados temen, en caso de que se materialice la opa, que este enfoque más territorial será absorbido por una lógica más centralizada.
En este sentido, el visto bueno del Gobierno español a la adquisición de Sabadell por parte de BBVA viene acompañado de una serie de condiciones, como la obligación de mantener abiertas las redes de sucursales, mantener los préstamos a las pymes y mejorar la competencia en mercados específicos. Todas ellas tienen por objeto salvaguardar el interés público y la estabilidad económica.
Tras la decisión del Gobierno, los Sindicatos han lanzado un comunicado expresando su descontento en ciertos puntos. «Desde Comisiones Obreras se reiteran las exigencias que se han venido marcando desde el inicio, en caso de que la OPA finalmente fructifique, pedimos un acuerdo laboral que proteja las condiciones y el empleo de ambas plantillas».

BANCO SABADELL Y EL MIEDO DE SUS EMPLEADOS
En este sentido, muchos empleados de Banco Sabadell interpretan la OPA como una forma de “absorción encubierta” que pondría fin a una cultura de trabajo basada en la proximidad, el conocimiento del cliente y la especialización sectorial. Asimismo, desde la dirección del Sabadell, liderada por César González-Bueno, ha defendido con firmeza la capacidad del banco para seguir siendo independiente, rentable y competitivo.
«Una de las cosas que más me preocupa es la desmoralización. Es decir, que la gente se desmoralice y tenga ese miedo escénico que no te permite hacer tus trabajos. Los resultados del banco durante este año han sido absolutamente buenísimos, y eso solo se explica porque la gente ha remado mucho más que antes», explica el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno.
BANCO SABADELL RECALCA LA GRAN LABOR DE LA ENTIDAD EN RECURSOS HUMANOS
Las exigencias del Gobierno, han sido bien recibidas tanto por los representantes sindicales como por parte de la plantilla del Sabadell, que teme que una integración con BBVA conlleve ajustes de personal, cierres de oficinas y pérdida de autonomía operativa. Parte del problema ahora con los empleados es la incertidumbre, pero a día de hoy se sienten reconocidos, motivados y plenamente integrados en un banco que califican como “en un momento mágico”, gracias a una gestión de recursos humanos centrada en la promoción interna, la colaboración interdepartamental y un fuerte sentido de pertenencia.
«Yo creo que hemos tenido una gestión de recursos humanos o de personas que creo que es brillante. ¿Por qué? Porque a todo el Comité de Dirección le importa, porque a nosotros nos importa, porque nos importa la gente. Y eso se nota. Hay un deseo de progresar en nuestro banco», añade César González-Bueno.

CCOO CONSIDERA INSUFICIENTES LAS CONDICIONES MARCADAS POR EL GOBIERNO
Desde Comisiones Obreras, advierten que las condiciones fijadas por el Gobierno para dar luz verde a la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell, con el establecimiento de un periodo transitorio de 3 años de mantenimiento por separado de la autonomía de la gestión y de la personalidad jurídica de ambas entidades, así como la elaboración de informes y planes estructurales, siguen sin aportar garantías suficientes a nivel económico, social y laboral.
Asimismo, desde el sindicato, que se ha posicionado de forma argumentada a nivel público y mediante escritos al Ministerio, se sigue considerando que la operación no se justifica por razones de eficiencia ni competitividad y que supondría un impacto negativo para el empleo, el crédito y la cohesión social así como los niveles de competencia y la cohesión territorial.

En el plano laboral, el sindicato propone la negociación de un acuerdo marco que garantice la estabilidad de las plantillas de ambas entidades. Entre los puntos clave que plantea destacan:las garantías de empleo que aseguren la estabilidad y continuidad de los trabajadores de BBVA y Banco Sabadell; mecanismos de relevo generacional, mediante salidas voluntarias pactadas y, en paralelo, la creación de nuevos empleos; preservación y mejora de las condiciones salariales y laborales; y la articulación de un proyecto empresarial sólido con viabilidad a largo plazo.