Tal y como se había anunciado hace dos semanas, Adamo, la teleco española en manos del fondo francés Ardian, que se caracteriza por llevar la fibra óptica hasta el último rincón de la España rural, ha hecho públicas sus condiciones para el expediente de regulación de empleo (ERE), por el que pretende la afectación de 90 puestos de trabajo, que finalmente quedarán en la salida de la compañía de 83 empleados, un 31,5% de la plantilla actual, según han evaluado los sindicatos.
A sido ayer, día 25 de junio, cuando la dirección de Adamo entregó a la representación legal de los trabajadores la documentación preceptiva que marca el inicio del período de consultas de un procedimiento de despido colectivo. Al frente de la operadora está su CEO, Miguel Ángel Rodríguez Sola, nombrado el pasado mes de mayo en sustitución de Carlos Ávila Rivero, que había sido nombrado a finales de 2024. Con anterioridad, Rodríguez Sola presidió las fintech Lendrock y Aplazame, tuvo cargos directivos en Banco Santander y Lloyds Banking Group, de 2019 hasta 2023 ocupó el cargo de consejero delegado de WiZink Bank en España y Portugal, en 2024 fue senior advisor en Boston Consulting Group.
La argumentación del ERE habla de posición competitiva, retos operativos y financieros, esfuerzo inversor en fibra óptica, amortización de la deuda y tensiones de liquidez que afectan a los márgenes operativos y provocan resultados negativos
En la documentación, la compañía aporta el informe técnico por el cual justifica el inicio del procedimiento de despidos colectivos. El informe detallado habla de la posición competitiva de la empresa en el sector, los retos operativos y financieros actuales, así como las propuestas que fundamentan la medida.
Así, los motivos de los despidos planteados responden a causas principalmente económicas, derivadas del esfuerzo inversor realizado en el despliegue de la red de fibra óptica. La amortización de la deuda asociada a esta inversión ha generado importantes «tensiones de liquidez, afectando a los márgenes operativos y provocando resultados negativos.
Además de las cuestiones puramente económicas, concurren causas organizativas y productivas, «dado que la compañía considera necesario reestructurar sus procesos y su modelo organizativo» para adaptarse a los cambios del mercado, incorporar nuevas tecnologías y recuperar una senda de crecimiento sostenible, según el documento presentado.
Caber recordar que el fondo Ardian ha tratado de vender el negocio «retail» Adamo al mejor postor con una valoración inicial de 300 millones de euros, pero las ofertas recibidas no alcanzaron las cifras que los dueños de la teleco esperaban obtener por el negocio de las ventas de la operadora.

ADAMO Y EL ESFUERZO DE ‘TIRAR’ FIBRA RURAL
Por todo ello, Adamo plantea que el despido colectivo afecte a 90 puestos de trabajo, aunque la previsión es que finalmente sean 83 las salidas, es decir, un 31,5% de plantilla actual. Hay que tener en cuenta que Adamo Telecom Iberia SA, tal y como se llama la empresa, tiene una plantilla aproximada de 350 empleados, tanto en su sede principal en Barcelona, como en sus sedes en Madrid, Sevilla y Cantabria, y según fuentes cercanas a la empresa podrían verse afectadas por los despidos todas las sedes y departamentos de la compañía.
De hecho, durante la celebración de la pasada feria de las empresas de telecomunicaciones regionales y rurales Aotec, en el stand de la compañía se reunían empleados que no sabían cuál iba a ser su futuro en función de este ERE que se estaba perfilando, con otros compañeros cuyos contratos ya habían sido extinguidos recientemente, por motivos similares a los explicados en el pliego de argumentos presentados por la empresa.
El sindicato UGT, con representación en la teleco, ha asegurado que tiene la intención de «demostrar la nula utilidad de esta medida». Si la compañía, pese a ello, mantiene la posición inicial anunciada, los representantes de los trabajadores van a tratar de negociar una «reducción drástica del número de extinciones, el establecimiento de garantías de empleo y recolocación, la fijación de compensaciones adecuadas, la máxima transparencia y acceso a la información» y la construcción «de un plan de futuro compartido».
durante la celebración de Aotec, en el stand de adamo se reunían empleados que no sabían cuál iba a ser su futuro en función de este ERE que se estaba perfilando, con otros compañeros cuyos contratos ya habían sido extinguidos recientemente
Adamo está presente en el mercado español desde 2007 enfocada en el negocio regional y local, en el que prioriza las áreas rurales y las nuevas zonas urbanas. Es una de las operadoras clave en la implantación de la red de fibra óptica en las localidades más pequeñas y apartadas de numerosas provincias españolas, gracias a que ha sido la adjudicataria desde los primeros años de los programas públicos para la extensión de las infraestructuras digitales (PEBA-NGA, Único y Único 5G-Redes), financiados por el Estado y la UE, en las convocatorias de 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024.
En total, ha gestionado 450 millones de presupuesto público-privado para llevar internet de alta velocidad a más de 870.000 hogares y para instalar 1.670 antenas en el ámbito rural. Gracias a contar con infraestructura propia (una red que suministra conexión en 2.400 municipios), además de Internet, Adamo ofrece telefonía fija, móvil y TV a la carta, así como servicios para el mercado empresarial y mayorista. La compañía ha abierto el pasado mes de marzo su primera tienda física en la localidad navarra de Corella, como muestra de su vocación rural.