Con la llegada del calor veraniego, dominar el arte de elegir la mejor sandía es esencial para disfrutar de un bocado fresco y jugoso que hidrate y sacie. La OCU ha recopilado seis claves fiables: color, pedúnculo, peso relativo, sonido, forma y tacto, para que cada compra sea un acierto y tu sandía nunca resulte seca ni sin sabor.
Aplicando estos consejos sencillos, convertirás cada merienda en un momento refrescante y saludable. Con la OCU como guía, aprenderás a descartar piezas inmaduras o pasadas de punto y a identificar el grado ideal de madurez. Olvida los disgustos y saborea siempre una fruta llena de jugo y dulzura.
3Peso relativo al tamaño

Al levantar la sandía, opta por la que se sienta más pesada para su volumen; la mayor densidad indica un interior repleto de agua. La OCU señala que un peso elevado en comparación con otras piezas similares garantiza una pulpa jugosa y consistente.
Este consejo, fácil de aplicar, distingue ejemplares bien formados de aquellos con más aire interno. Elige siempre la pieza que sientas sólida y contundente, pues compensará tu esfuerzo con un agua natural abundante en cada bocado.