Con la llegada del calor veraniego, dominar el arte de elegir la mejor sandía es esencial para disfrutar de un bocado fresco y jugoso que hidrate y sacie. La OCU ha recopilado seis claves fiables: color, pedúnculo, peso relativo, sonido, forma y tacto, para que cada compra sea un acierto y tu sandía nunca resulte seca ni sin sabor.
Aplicando estos consejos sencillos, convertirás cada merienda en un momento refrescante y saludable. Con la OCU como guía, aprenderás a descartar piezas inmaduras o pasadas de punto y a identificar el grado ideal de madurez. Olvida los disgustos y saborea siempre una fruta llena de jugo y dulzura.
1Color oscuro y acabado mate: primer consejo de la OCU

Prefiere sandías con piel de tonalidad profunda y textura mate; las muy brilantes suelen estar inmaduras o enceradas. Según la OCU, este color indica que el fruto acumuló azúcar natural y agua en proporciones óptimas, garantizando un sabor dulce y una pulpa firme.
Comparar varias piezas te ayudará a distinguir matices: la más oscura ofrece mayor concentración de azúcares. Evita zonas pálidas o manchitas excesivas que denoten falta de luz solar. Un color intenso y uniforme es sinónimo de sabores auténticos y frescura asegurada…