viernes, 27 junio 2025

Los activos no estadounidenses son cada vez más atractivos, según Invesco

IG Markets

Los activos de fuera de Estados Unidos están bien posicionados para generar rendimientos superiores, según el informe 2025 Midyear Investment Outlook “The Global Reset” de Invesco.

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La firma estadounidense Invesco ha presentado en Madrid su informe 2025 Mid-Year Investment Outlook (Perspectivas de inversión a mitad de año 2025) que ofrece una visión sobre las expectativas a corto plazo de los mercados mundiales en lo que queda de año. 

El primer semestre de 2025 trajo consigo retos sin precedentes, principalmente una amplia reordenación de las relaciones comerciales y alianzas políticas en todo el mundo. La incertidumbre en los mercados mundiales sigue siendo una constante y persisten multitud de incógnitas. Mantenemos recelos sobre las estimaciones precisas respecto a dónde se instalarán los tipos arancelarios, en qué momento se cambiarán los tipos de interés y cuáles serán las previsiones detalladas de inflación y crecimiento.

“Cada vez vemos con más claridad la trayectoria de varias tendencias globales y fuerzas macroeconómicas clave. Aunque prevemos un continuo giro hacia aranceles más altos y políticas de inmigración más restrictivas en EE.UU., también vislumbramos una elevada inversión fiscal en defensa e infraestructuras en toda Europa”, afirmó Fernando Fernández-Bravo, Head of Active Distribution Iberia.

“Esta dinámica sugiere un entorno más inflacionista y unas perspectivas de crecimiento moderado para EE.UU en 2025, frente a las expectativas anteriores. A escala mundial, el crecimiento también podría desacelerarse, aunque probablemente en menor medida. Una resolución constructiva de las tensiones comerciales y las ventajas potenciales de la relajación normativa podrían seguir favoreciendo la resiliencia del mercado”.

Perspectivas macro: EE.UU. y Europa se ralentizarán entre tensiones comerciales y geopolíticas

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Wall Street. Agencias

Hipótesis central: Los activos no estadounidenses son cada vez más atractivos

A tenor de la hipótesis central del informe Perspectivas, la volatilidad y la incertidumbre de la política interna de EE. UU. tenderán a persistir durante el resto de 2025. Aunque los aranceles estadounidenses se mantienen en máximos de varias décadas, son muy inferiores a los niveles anunciados el «Día de la Liberación», y se prevé que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China mejoren gradualmente.

Aunque estos factores combinados probablemente provoquen una leve desaceleración, la ampliación de las rebajas de impuestos y la desregulación ofrecen posibles acicates que favorecerán la trayectoria de la economía estadounidense. 

Estamos convencidos de que los activos no estadounidenses son cada vez más atractivos y tienen visos de seguir generando resultados superiores.

El actual entorno de mercado brinda a los inversores la oportunidad de diversificar sus carteras en distintas regiones y clases de activos, así como reducir las concentraciones. Esto podría ayudar a capear la volatilidad al tiempo que permite a los inversores beneficiarse de posibles sorpresas alcistas”, agregó Fernando. 

Las incoherencias entre los datos verificados, que apuntan a una estabilización de los tipos, y los datos no contrastados, que señalan una desaceleración inminente que justifica los recortes, sitúan a la Reserva Federal en una posición difícil de cara a los próximos meses. El informe Perspectivas sugiere que los tipos estadounidenses se mantendrán sin cambios durante algo más de tiempo, pero luego se recortarán drásticamente en caso de producirse una desaceleración significativa de la actividad.

Entre tanto, las hojas de ruta de política monetaria divergen a escala mundial, ya que los bancos centrales de fuera de EE.UU. encuentran una mayor flexibilidad para recortar los tipos a medida que los aranceles estadounidenses y la depreciación del dólar contribuyen a generar presiones desinflacionistas en el extranjero. Esto ya ha inducido recortes de tipos más drásticos de lo previsto inicialmente, al verse respaldados la confianza y el gasto de los consumidores tras las medidas aplicadas por el Banco Central Europeo.

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Activos no estadounidenses. Agencias

Paralelamente, la promesa del canciller alemán Friedrich Merz de hacer «lo que sea necesario» para defender a Europa (junto con la suspensión del freno de la deuda alemana) ha liberado un importante espacio presupuestario, lo que ha propiciado un aumento de la inversión en infraestructuras y defensa. Todos estos acontecimientos juntos ofrecen un notable impulso al crecimiento europeo de cara a la próxima década. 

El Banco de Japón sigue siendo un caso aparte entre los principales bancos centrales, al mantener un sesgo de endurecimiento monetario. Aunque las nuevas subidas de tipos podrían retrasarse hasta finales de 2025 o principios de 2026, seguimos augurando un endurecimiento adicional con el tiempo. Es probable que esta divergencia en política monetaria siga respaldando al yen japonés.

Implicaciones para la inversión 

Aunque los mercados se han recuperado tras el anuncio de aranceles recíprocos en el «Día de la Liberación» y las posteriores treguas, el informe Perspectivas se decanta por una amplia diversificación entre áreas geográficas y clases de activos, dada la persistente incertidumbre y la posibilidad de nuevas sorpresas. 

En cuanto a renta variable, abogamos por los factores de baja volatilidad, calidad y altos dividendos dentro de EE.UU., al tiempo que limitamos la exposición a valores de mega capitalización. Prevemos que la renta variable no estadounidense generará resultados superiores a otras regiones en lo que queda de año, liderada por la europea y la asiática.

En renta fija, preferimos los bonos internacionales excepto EE.UU y los bonos de mercados emergentes en moneda local.

Abogamos por mantener una ligera infra ponderación en la mayoría de los sectores de crédito y un enfoque cauto en la asunción de riesgos de cartera.

Los elevados riesgos bajistas para el crecimiento, las altas valoraciones de las acciones y la benigna actividad de los mercados de capitales nos han llevado a mantenernos neutrales en cuanto al riesgo de los activos alternativos. En general, nos inclinamos por ser defensivos en este ámbito, optando por el crédito privado y las estrategias con cobertura frente al capital riesgo. 

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Entre las principales divisas, una reasignación generalizada que excluya los activos estadounidenses podría provocar una depreciación del dólar, lo que nos lleva a preferir las principales divisas de países desarrollados, como el euro y la libra esterlina.

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Activos no estadounidenses. Agencias

Escenarios alternativos para Invesco

En un escenario bajista, existe el riesgo de que la política estadounidense desencadene la imposición de aranceles recíprocos por parte de otros países y se negocien acuerdos limitados. Esto podría traducirse en una nueva escalada de las tensiones geopolíticas, con una caída significativa de las importaciones a Estados Unidos. En este caso, EE.UU probablemente entraría en recesión y el crecimiento mundial se vería frenado de manera notable, al tiempo que los aranceles en otras regiones presionarían al alza los precios fuera de EE.UU.

Entre los activos preferidos en este escenario figuran la renta variable defensiva y de baja volatilidad no estadounidense, la deuda soberana no estadounidense, las estrategias con cobertura, el oro y las divisas «refugio», como el yen japonés y el franco suizo. 

Por el contrario, podría darse un escenario alcista en el que el Gobierno estadounidense emprendiera un giro político, moderando la política arancelaria y de inmigración mientras apuesta más por políticas favorables al crecimiento. Esto podría traducirse en una normalización parcial de la política comercial y en una mejora de las perspectivas de crecimiento fuera de EE.UU., lo que compensaría la leve desaceleración de este país y mejoraría las relaciones entre EE.UU. y China.

En este escenario, se prefiere un posicionamiento más «favorable al riesgo» que optase por las acciones value de pequeña y mediana capitalización, los bonos estadounidenses con grado de inversión y high-yield, el capital riesgo y la renta variable inmobiliaria, las obligaciones CLO, las materias primas industriales, el dólar estadounidense y las «divisas de países ligados a materias primas» como el dólar canadiense y el australiano.


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