Arun Sai, estratega multiactivos en Pictet Asset Management, ha presentado en Madrid las perspectivas de la gestora a cinco años. Observa que la última década han destacado las rentabilidades superiores de EE. UU. y el oro, pero los bonos se han comportado mal.
Ahora la tesis más relevante es la era de la «Gran Convergencia» tras la “Era de la Incertidumbre” de 2008 a 2024. Ya se ha producido en EE. UU. con rentabilidades en torno al 5% en las diferentes clases de activos, bastante inusual.
Sai afirma: “A lo largo de los próximos cinco años las tasas de crecimiento económico convergerán y veremos esbozarse un nuevo orden mundial en torno a bloques comerciales regionales y nacionalismos económicos, menos alrededor de EE. UU., cuyo comportamiento superior relativo ha terminado. Europa puede estar en un punto de inflexión, aunque no veremos excepcionalismo europeo. De hecho, entramos en una nueva era de convergencia, con rentabilidades menores de lo que estábamos acostumbrados en todas las clases de activos, regiones y estilos”.
En general estima que las rentabilidades en moneda local en la mayoría de las clases de activos serán bajas, solo ligeramente superiores a la inflación y la dispersión de una región a otra marginal. Dado que las rentabilidades anuales esperadas en las principales clases de activos convergen en torno a 4 a 6%, la mejor manera de añadir exceso de rentabilidad respecto a riesgo asumido es invertir de forma más táctica, aprovechar oportunidades idiosincrásicas y centrarse en la selección correcta de temas y gestores.
Pictet AM presenta “Mi Primer Fondo de Inversión: Rentabilidad y Sostenibilidad”
Los inversores globales que busquen rentabilidades más altas los próximos cinco años deben reducir la exposición a la renta variable estadounidense, aunque aumentarla en acciones no estadounidenses. Además, deben aumentar el peso de la renta fija, sobre todo deuda de mercados emergentes y crédito, con un enfoque más activo de divisas, pues el dólar puede depreciarse entre 10 y 15 % los próximos cinco años.
De manera que los inversores deben recortar exposición total a renta variable, en un enfoque más equiponderado frente al tradicional pasivo ponderado por capitalización. Dada la desaceleración del crecimiento de EE. UU., dicha reducción debe producirse recortando exposición a Bolsa estadounidense, con mayor asignación a Bolsas de fuera de EE. UU., así como a empresas líderes no estadounidenses y segmento de mediana capitalización.

Pictet AM y la renta fija
En cuanto a renta fija, los inversores deben aumentar exposición a bonos -que han pasado por una década de rentabilidades a vencimiento casi nulas-. Las valoraciones en estos activos son razonables, favorecidos por un crecimiento económico más débil y demanda estructural de ingresos en una sociedad en envejecimiento, lo que puede contrarrestar una inflación más volátil y temores en torno a sostenibilidad de la deuda. La mayor parte del aumento de la asignación a bonos debe dirigirse a deuda empresarial de mercados desarrollados y deuda de mercados emergentes. Además, los inversores deben mantener una exposición significativa a activos alternativos, los cuales combinan una atractiva rentabilidad potencial adicional con diversificación.
En concreto, el inversor global con horizonte de inversión a cinco años, frente a la asignación típica 50% renta variable, 25% renta fija, 5% oro y 20% activos alternativas, debe reducir exposición a renta variable a costa de la estadounidense pero aumento de la no estadounidense. Además, el peso en renta fija puede aumentar, por posiciones en deuda soberana, deuda empresarial y deuda de mercados emergentes.
También debe incluir ponderaciones en hedge funds, como deuda y capital privados e inmobiliario, para un total de 20 % en activos alternativos. Asimismo, conviene mantener oro, una cobertura contra la inflación, que cuenta con el respaldado de la combinación de riesgos fiscales, económicos, financieros, geopolíticos y comerciales.