El calor en casa golpea con fuerza tras el solsticio de verano, disparando temperaturas superiores a 35 °C en muchas regiones. El aire acondicionado se convierte en un aliado imprescindible, pero su uso excesivo engrosa la factura de la luz. La OCU propone ajustar hábitos sencillos que reducen gasto sin renunciar al confort estival.
Aprender a programar el equipo oportunamente y mantener una temperatura estable limita el trabajo del compresor, evitando picos de consumo innecesarios. Con estos consejos de la OCU, disfrutarás de un hogar fresco y una factura más contenido, sin sorpresas desagradables al recibir el recibo eléctrico.
8Usa el aire con moderación nocturna

Durante la noche, programar el aire acondicionado para que baje los grados iniciales y luego se apague es una directriz eficaz de la OCU. Al coincidir con el descenso natural del termómetro, el equipo necesita menos tiempo de funcionamiento, reduciendo el gasto nocturno.
Complementar con un ventilador de techo o portátil permite mantener la sensacion de frescor hasta la mañana sin depender del compresor. Esta combinación inteligente favorece un descanso reparador mientras minimizas el impacto en la factura.