El calor en casa golpea con fuerza tras el solsticio de verano, disparando temperaturas superiores a 35 °C en muchas regiones. El aire acondicionado se convierte en un aliado imprescindible, pero su uso excesivo engrosa la factura de la luz. La OCU propone ajustar hábitos sencillos que reducen gasto sin renunciar al confort estival.
Aprender a programar el equipo oportunamente y mantener una temperatura estable limita el trabajo del compresor, evitando picos de consumo innecesarios. Con estos consejos de la OCU, disfrutarás de un hogar fresco y una factura más contenido, sin sorpresas desagradables al recibir el recibo eléctrico.
3Programa el encendido temprano

Encender el aire acondicionado antes de que el interior alcance los 30 °C es un truco básico de la OCU para evitar que el equipo trabaje a máxima potencia desde cero. Si programas el inicio al amanecer o al llegar a casa, el compresor solo necesita mantener la temperatura, en vez de rebajar un pico térmico inicial.
Esta estrategia supone un ahorro significativo, pues el coste energético de estabilizar un ambiente ya caliente multiplica el consumo diario. Con un simple temporizador, lograrás un hogar agradable al entrar y reducirás la factura hasta un 15 %, sin esfuerzo adicional.