El calor en casa golpea con fuerza tras el solsticio de verano, disparando temperaturas superiores a 35 °C en muchas regiones. El aire acondicionado se convierte en un aliado imprescindible, pero su uso excesivo engrosa la factura de la luz. La OCU propone ajustar hábitos sencillos que reducen gasto sin renunciar al confort estival.
Aprender a programar el equipo oportunamente y mantener una temperatura estable limita el trabajo del compresor, evitando picos de consumo innecesarios. Con estos consejos de la OCU, disfrutarás de un hogar fresco y una factura más contenido, sin sorpresas desagradables al recibir el recibo eléctrico.
1Ajusta el termostato con inteligencia

La OCU recomienda no fijar una diferencia superior a 8 °C entre exterior e interior: si fuera hace 35 °C, programa el aire a 26 °C para combatir el calor en casa sin disparar la factura. Cada grado menor puede incrementar el consumo en un 10 %, por lo que subir uno ahorra de inmediato.
Además, en lugar de reducir al máximo la temperatura nada más llegar, conviene dejar enfriar gradualmente el ambiente. Este gesto estratégico minimiza el esfurzo del compresor, evitándote picos de demanda eléctrica y prolongando la vida útil del equipo de climatización sin renunciar al bienestar dentro de tu hogar.