jueves, 26 junio 2025

¿Sabías que tu móvil te espía aunque no uses apps? Este permiso es el culpable y deberías desactivarlo ya

El universo de las apps en nuestros móviles esconde un secreto a voces, uno que muchos intuyen pero pocos se atreven a confirmar: nuestros teléfonos son capaces de rastrear nuestra ubicación incluso cuando no estamos utilizando activamente ninguna aplicación. Parece sacado de una película de espías, pero es la cruda realidad cotidiana para millones de usuarios que, sin saberlo, llevan un pequeño delator en el bolsillo. La clave de este seguimiento silencioso reside en un permiso específico, a menudo concedido con demasiada ligereza, que permite a las aplicaciones acceder a nuestra localización en segundo plano, dibujando un mapa de nuestros movimientos sin que seamos plenamente conscientes de ello.

Publicidad

Esta capacidad de seguimiento continuo, lejos de ser una función reservada a complejas herramientas de seguridad, está integrada en el funcionamiento básico de muchos servicios que usamos a diario. El problema no radica tanto en las apps que necesitan conocer dónde estamos para funcionar correctamente, como los mapas o el pronóstico del tiempo, sino en aquellas que solicitan este acceso sin una justificación clara, acumulando datos que, en el mejor de los casos, sirven para ofrecernos publicidad hipersegmentada. La cuestión es si estamos dispuestos a pagar ese peaje de privacidad y, lo más importante, si somos conscientes de que tenemos el poder de decir «hasta aquí».

4
RECUPERA EL CONTROL: PASOS SENCILLOS PARA DESACTIVAR EL ESPIONAJE DISCRETO

Fuente Pexels

Afortunadamente, tanto Android como iOS ofrecen herramientas para gestionar estos permisos, aunque a veces se encuentren algo escondidas entre los menús de configuración. En los dispositivos Android, generalmente se accede a través de «Ajustes», luego «Ubicación» y, dentro de esta sección, buscar «Permisos de aplicaciones» o una opción similar que liste todas las apps instaladas. Aquí podremos ver qué aplicaciones tienen acceso a nuestra ubicación, y más importante aún, si lo tienen «Siempre», «Solo mientras se usa la app» o «Nunca», permitiéndonos revocar o modificar estos permisos individualmente. Es crucial revisar esta lista con detenimiento y aplicar el principio de mínima necesidad: si una app no requiere imperiosamente conocer tu ubicación para funcionar, retírale el permiso o limítalo al máximo.

En el ecosistema de Apple, el proceso es similar: se debe ir a «Ajustes», luego a «Privacidad y seguridad» y seleccionar «Localización». Allí aparecerá un listado de todas las aplicaciones y el tipo de acceso que tienen concedido: «Nunca», «Preguntar la próxima vez o al compartir», «Cuando se usa la app» o «Siempre». Al igual que en Android, es fundamental revisar cada una de ellas y ser restrictivos, especialmente con la opción «Siempre», que debería reservarse para un número muy limitado de aplicaciones cuya funcionalidad principal dependa intrínsecamente de ello. Dedicar unos minutos a esta tarea puede marcar una gran diferencia en la cantidad de datos personales que compartimos inconscientemente y en la autonomía que recuperamos sobre nuestra información, controlando mejor nuestras apps.


Publicidad