martes, 24 junio 2025

El verano se presume agitado en Prisa, Mediaset y algunos periódicos antisanchistas

El verano de 2025 podría suponer una agonía para el Gobierno que lidera Pedro Sánchez. A la interminable campaña de impugnación impulsada contra el Ejecutivo por el ‘sindicato del crimen 2.0’, que fue iniciada en 2018 con deshumanizadas etiquetas como «perro» o «golpista», se suma ahora una nueva ofensiva, en este caso justificada por los escándalos actuales.

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El caso Koldo es indefendible y, siguiendo la lógica que el propio presidente del Gobierno sostenía hace unos años, debería ser motivo de dimisión. Pero Sánchez les ha dicho a los suyos que sigue, y la derecha mediática sigue con su ciclotimia entre la euforia, el enfado y un autobombo que resulta llamativo, ya que, si no llega a ser por la Unidad Central Operativa (UCO), Santos Cerdán seguiría en Ferraz y el PSOE mantendría intactas todas sus opciones de cara a 2027.

El asesor sanchista José Miguel Contreras cree que, aunque sea a costa de que el PSOE incumpla sus promesas de regenerar RTVE, las nuevas tertulias en La 1 podrían ayudar, aunque sea ligeramente, a amortiguar el desequilibrio mediático que favorece a la derecha.

Especialmente después de que El País haya abandonado al Gobierno a su suerte tras el nombramiento de Jan Martínez Ahrens, y que Antonio García Ferreras haya vuelto a cambiar de caballo (tal y como hizo en 2016 en contra del procés, en 2017 para acercarse a Sánchez cuando vio los avales que había reunido este, y en 2019 al cerrar las puertas de sus tertulias a Podemos tras una bronca con Pablo Iglesias).

Sánchez no tiene defensores mediáticos frente al mismo ‘sindicato del crimen’ (en feliz expresión del ahora feroz antisanchista y último director de los ‘Telediarios’ del franquismo, Juan Luis Cebrián). Es el mismo ejército mediático que en 2018 llamó «okupa» a Sánchez; que en 2019 celebró la foto de la Plaza de Colón previa al batacazo de PP, Vox y Ciudadanos; que en 2020 abrazó el terraplanismo y el antivacunismo; y que en 2021 aplaudió la caída de Pablo Casado tras denunciar los milagrosos negocios que surgen en las inmediaciones de Isabel Díaz Ayuso.

Es el mismo ejército mediático que en 2022 abría champán porque las encuestas de Narciso Michavila barruntaban la posibilidad de que la derecha superase los 185 escaños; que en 2023 se reía de Sánchez tras los resultados de las elecciones municipales y autonómicas; y que el año pasado pronosticaban que las europeas supondrían el final del PSOE. Ahora, de nuevo, dan por políticamente muerto al presidente del Gobierno. Y alguna vez tienen que acertar, eso es así.

La izquierda, por su parte, es un castillo de naipes que sobrevive gracias a la determinación de Pedro Sánchez. Pero este debe mover ficha en el ámbito mediático si no quiere que, tras las elecciones de 2027, España pueda contar con un ecosistema informativo aún más conservador que el de Hungría.

TEMPORADA DE BAÑOS DE HUMILDAD

El verano también será agitado en lo televisivo. Y es que la temporada 2024-2025 ha arrojado fríos cubos de agua sobre profesionales de la televisión que se creían los reyes del mambo. Es el caso de Pablo Motos, cariacontecido durante todo el otoño tras sus derrotas contra David Broncano y ahora feliz tras recuperar el trono.

O del visionario Óscar Cornejo, que se ha estrellado con ‘La familia de la tele’ tras mostrarse cómplice con el relato que decía que ‘Sálvame’ solo estaba muerto por temas políticos (había que ver la no renovación de Netflix, los irregulares datos de su sucesor en Ten y el desgaste de la televisión rosa).

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Óscar Cornejo. Foto: Cadena SER.

A la enemiga del productor, Ana Rosa Quintana, también se le han bajado los humos con el baño de humildad que han supuesto los decepcionantes datos de ‘TardeAR’ y su forzado retorno a las mañanas que ya no lidera.

Tampoco ha sido una temporada fácil para Iker Jiménez, que pidió perdón tras la pillada que sufrió un colaborador de ‘Horizonte’ que se manchó de barro tras la tragedia de la dana. La temporada también ha sido dura para Josep Pedrerol, que ha sufrido críticas sobre hechos graves y ahora está interesado en mostrar una cara sonriente en ‘Jugones’ y el formato de entrevistas ‘El Cafelito’.

El presidente de RTVE, José Pablo López, también ha tenido sus problemas y está recibiendo muchas críticas por el uso partidista que está realizando de la Corporación pública. Pero al menos el éxito otoñal de ‘La Revuelta’ y los primaverales de ‘Malas lenguas’, ‘Mañaneros 360’, ‘The Floor’ o ‘Futuro imperfecto’ le otorgan crédito ante el Gobierno, que quiere lastrar la audiencia de las derechizadas privadas.

Peor le van las cosas a Alessandro Salem, que va camino de cerrar la peor temporada de Telecinco en sus 35 años de historia. Ni el viral éxito de ‘La isla de las tentaciones’ tapa sus innumerables fracasos. Y eso que el consejero delegado de Mediaset España sigue diciendo que fue un visionario por matar ‘Sálvame’. ¿Para poner ‘TardeAR’? Menos lobos.


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