La OCU revela que los fabricantes inflan la cifra de kilómetros que promete cada batería. Un estudio con 31 modelos eléctricos muestra una diferencia media del 15 % entre la autonomía real y la anunciada, basada en cálculos ideales WLTP sin pérdidas de carga ni variaciones ambientales.
Esta práctica, aunque legal, crea expectativas poco realistas en el comprador y puede frenar la transición al vehículo eléctrico por la desconfianza generada al descubrir que no alcanzan lo prometido en condiciones de uso diario.
4Consecuencias para el comprador confiado

Descubrir que la autonomía es inferior a la anunciada provoca frustración y desconfianza. La OCU avisa que quienes planifiquen viajes largos pueden quedar varados o recurrir a alternativas contaminantes. Esta percepción negativa puede retrasar la adopción masiva del coche eléctrico en España.
Para minimizar riesgos, la OCU recomienda realizar pruebas previas de autonomía en rutas habituales y considerar siempre un margen de seguridad del 20 % al calcular la carga necesaria antes de emprender cada viaje.