El mito del corte de digestión al bañarte después de comer persiste como una realidad absoluta o una tradición exagerada en cierto folclore gastronómico. Todos lo hemos escuchado alguna vez: supuestamente no te metas en el agua hasta dos horas después de comer.
Repetido por mamás, papás y abuelos, este consejo se ha arraigado profundamente en la cultura, convirtiéndose en una regla de verano no escrita prácticamente de la noche a la mañana. ¿Qué hay de cierto en esta advertencia? Pero, ¿qué hay de cierto detrás de esta ominosa advertencia?
9Sólo debes tener cuidado

No es necesario abstenerse necesariamente de bañarse, sino hacerlo con mucho cuidado y prudencia, bajo ciertas condiciones, evidentemente. La clave radica básicamente en cuándo y de qué manera te sumerges en agua y no precisamente si has comido recientemente.
Este fenómeno, conocido como corte de digestión, carece de base científica en gran parte debido a las bajas temperaturas más que a los alimentos en sí. Un shock termodiferencial puede ocurrir y derivar en síntomas peligrosos o ahogamiento en casos extremadamente graves. Curiosamente, este fenómeno no se debe a si hemos comido recientemente o no, sino en gran medida a fluctuaciones abruptas de temperatura.