El mito del corte de digestión al bañarte después de comer persiste como una realidad absoluta o una tradición exagerada en cierto folclore gastronómico. Todos lo hemos escuchado alguna vez: supuestamente no te metas en el agua hasta dos horas después de comer.
Repetido por mamás, papás y abuelos, este consejo se ha arraigado profundamente en la cultura, convirtiéndose en una regla de verano no escrita prácticamente de la noche a la mañana. ¿Qué hay de cierto en esta advertencia? Pero, ¿qué hay de cierto detrás de esta ominosa advertencia?
7¿Cuándo comienzan las reacciones físicas?

Las reacciones adversas pueden comenzar bastante repentinamente a temperaturas que algunas personas podrían considerar moderadas en climas relativamente templados. La doctora Milagros Oyarzábal, de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, advierte que el flujo sanguíneo cerebral disminuye aproximadamente entre un 6 % y un 7 % por cada grado que baja la temperatura corporal.
Este hecho pone de relieve la gran importancia de evitar fluctuaciones drásticas de temperatura hoy en día. La Real Sociedad de Salvamento del Reino Unido, una organización benéfica con sede en el Reino Unido, y diversas organizaciones internacionales han elaborado directrices a medida para mitigar los riesgos asociados con el agua helada.