Tamara Falcó ha vuelto a situarse en el centro de la atención mediática tras romper su silencio en un momento especialmente delicado para su vida personal. Después de semanas de especulaciones y rumores, la marquesa de Griñón ha confirmado que, por el momento, ha decidido aparcar su embarazo. Una noticia que no solo sorprende por el contenido, sino también por el cambio de actitud que ella e Íñigo Onieva han mostrado en los últimos tiempos. La pareja, que hasta hace no tanto protagonizaba frecuentes apariciones públicas y derrochaba muestras de afecto en redes sociales, ha adoptado ahora un perfil mucho más reservado. Ya no se dejan ver tan unidos ni buscan alimentar el escaparate público que tanto alimentó su relación durante los primeros meses. Él se muestra más discreto que nunca y ella parece haber optado por una estrategia de silencio y contención ante la presión mediática que siempre ha acompañado sus decisiones personales.
1Las palabras de Tamara Falcó

En medio de esta transformación en su forma de exponerse, ha llamado la atención que algo haya cambiado en los últimos días. Íñigo Onieva reaparecía recientemente para hablar con naturalidad de su relación con Tamara, en una entrevista concedida al diario El Mundo con motivo del primer aniversario de uno de sus negocios gastronómicos en Madrid. Una conversación centrada en lo profesional pero en la que, inevitablemente, hubo espacio para hablar de su vida conyugal. Sin rodeos, el empresario quiso poner en valor el papel de su esposa en el proyecto desde sus inicios, destacando el compromiso y el apoyo que recibió de ella en todo el proceso. Según relató, Tamara estuvo muy involucrada en las primeras fases del local y acudió a muchas de las pruebas de menú. Además, no dudó en presumir de su currículum culinario: “Me he casado con una ganadora de MasterChef y diplomada en Le Cordon Bleu”, dijo con evidente orgullo. Era un gesto inesperado viniendo de alguien que, en los últimos meses, había preferido no dar pie a comentarios sobre su vida privada.
El gesto fue recibido con interés por parte del entorno mediático de la pareja, y muchos se preguntaban cómo habría encajado Tamara esas palabras. Pese al hermetismo reciente que la marquesa ha adoptado, lo cierto es que en las últimas horas ha dado una respuesta sutil pero significativa. A través de su cuenta de Instagram, compartió una imagen de Íñigo en su restaurante con motivo del aniversario del negocio, y la acompañó con un breve texto en el que dejaba claro lo orgullosa que se sentía por él. Una felicitación pública, aunque breve, que ha sido interpretada como una señal de complicidad y estabilidad entre ambos. La publicación es especialmente relevante en este contexto porque, a diferencia de otras etapas de su relación, no se trata de una imagen de pareja, sino de una muestra de apoyo personal a su marido en su faceta profesional.