Cuando coges lonchas de queso “fundido” o “para gratinar”, confías en un producto lácteo. Sin embargo, la OCU ha comprobado que muchos contienen grasas vegetales y aditivos en lugar de leche real. Su comportamiento ante el calor revela su textura similar al plástico, un indicio de ingredientes perjudiciales para el organismo.
En redes sociales se viraliza el experimento con un mechero: las lonchas no se funden, sino que arden como plástico. Este fenómeno revela la presencia de aceites hidrogenados y emulsionantes. Consumir estos productos regularmente puede incrementar la ingesta de grasa saturada y provocar problemas de salud a largo plazo.
6Alternativas saludables para tus sandwiches

Opta por quesos frescos en tajadas o rallados: mozzarella, queso de Burgos o ricota. La OCU recomienda combinarlos con hierbas aromáticas o aceite de oliva virgen extra para realzar sabor sin afecciones al perfil nutricional. Estas opciones aportan calcio y proteínas de calidad.
Para gratinar, elige quesos semicurads con buena capacidad de fusión, comprobada en recetas caseras. El queso real se funde de forma uniforme, cubriendo ingredientes y aportando cremosidad genuina sin añadir aditivos que deterioren la salud a largo plazo.