miércoles, 25 junio 2025

¿Por qué las naranjas siempre vienen en malla roja? Un experto revela el ingenioso engaño visual que usan los súpers

¿Por qué las naranjas siempre vienen en malla roja? Esta es una de esas preguntas que uno se hace de forma casi automática al recorrer los pasillos del supermercado, una duda que flota en el aire mientras sopesamos la fruta. Parece un detalle menor, un simple envoltorio, pero detrás de esa elección cromática se esconde una estrategia mucho más calculada de lo que podríamos imaginar, una técnica que apela directamente a nuestra percepción visual y que, como consumidores, a menudo pasamos por alto. Es un pequeño gran truco que lleva décadas funcionando.

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La respuesta no es casualidad ni una simple preferencia estética de los envasadores, sino el resultado de un ingenioso engaño visual que los supermercados utilizan con maestría para hacernos creer que esas naranjas son más apetecibles. La clave reside en un fenómeno óptico bien conocido, la forma en la que percibimos un color se ve profundamente influida por los colores adyacentes que lo rodean, y es precisamente este principio el que convierte una simple malla roja en una poderosa herramienta de marketing. Prepárense para descubrir cómo nuestros ojos nos juegan una mala pasada cada vez que compramos estos cítricos.

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EL CONSUMIDOR INFORMADO: CÓMO ELEGIR LAS MEJORES NARANJAS SIN CAER EN LA TRAMPA CROMÁTICA

Fuente Pexels

Sabiendo ahora el secreto detrás de las mallas rojas, el consumidor tiene más herramientas para tomar decisiones informadas y no dejarse llevar únicamente por el impacto visual. Para elegir unas buenas naranjas, más allá del color que puedan aparentar a través de la red, es recomendable fijarse en otros indicadores de calidad; el peso de la fruta en relación a su tamaño es un buen indicio de su jugosidad, ya que unas naranjas pesadas suelen contener más zumo. Además, un aroma cítrico intenso y una piel firme pero no excesivamente dura suelen ser señales de frescura y buen punto de maduración.

No se trata de demonizar una estrategia de marketing que, en el fondo, busca presentar un producto de la forma más atractiva posible, algo que hacen todas las industrias. Se trata, más bien, de ser conscientes como compradores de los mecanismos que pueden influir en nuestra percepción. Así, la próxima vez que nos encontremos ante un expositor de naranjas en su llamativa malla roja, podremos apreciar el ingenio detrás de la presentación, pero también aplicar nuestro propio criterio para seleccionar las mejores piezas, asegurándonos de que llevamos a casa un producto que realmente satisfaga nuestras expectativas, disfrutando plenamente de estas deliciosas frutas.

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