La DGT planea revolucionar el examen teórico integrando dinámicas de realidad simulada para evaluar no solo conocimientos memorísticos, sino también la capacidad de reacción ante situaciones de riesgo reales. A partir de julio, quienes opten al permiso deberán responder a escenas en vídeo, demostrando criterio y lógica, no solo retención de normas.
Con esta medida, la DGT busca reducir la brecha entre teoría y práctica, promoviendo conductores más preparados. El examen, hasta ahora basado en 30 preguntas con un máximo de tres fallos, incorporará ahora clips con cruces sin mirar o peatones inesperados, desafiando al aspirante a anticipar y prevenir accidentes.
1De la teoría al vídeo en la nueva prueba DGT

La primera gran innovación de la DGT consiste en incluir videos donde aparecen situaciones de tráfico complejas, como cambios repentinos de carril o obstáculos imprevistos. Tras cada clip, el aspirante debe identificar el peligro principal y responder con el control adecuado, midiendo su capacidad de análisis bajo presión.
Este formato, aún no obligatorio desde 2020 cobra fuerza ahora tras su publicación en el BOE. La DGT utilizará nuevas pantallas táctiles y una base de datos de 15 000 preguntas para mostrar los vídeos directamente en las aulas de examen, sustituyendo el papel y modernizando el proceso.