La organización advierte que la rebaja de ayudas al transporte público, efectiva el 1 de julio, impulsará el regreso masivo de coches privados a calles y carreteras, incrementando el tráfico, el ruido y la contaminación. La OCU alerta de que este cambio impactará negativamente en nuestra salud y calidad de vida urbana.
Un reciente sondeo de la OCU en Madrid y Barcelona revela que, aunque el transporte público es preferido por tres de cada cuatro usuarios, casi la mitad sigue dependiendo del coche. Al aumentar la contaminación, la incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares crecerá, lo que supondrá costes sanitarios y económicos más elevados para todos.
4Dependencia del coche y falta de alternativas

Según la OCU, el 50 % de los madrileños carece de opciones prácticas al coche para desplazarse. Sin una red de transporte público amplia, continua y puntual, el ciudadano recurre al vehículo privado, perpetuando un círculo vicioso de congestión y subsidios insuficientes.
Mejorar rutas, frecuencias y rutas intermodals es clave para la OCU. Integrar transporte público con carriles bici protegidos y zonas peatonales fomentaría el cambio modal, reduciendo la dependencia del automóvil y contribuyendo a entornos urbanos más sostenibles y saludables.