lunes, 23 junio 2025

Esta distracción destrona al móvil como la mas grave y puede generar un accidente, según la DGT

El móvil ha sido durante años el enemigo público número uno al volante, el sospechoso habitual en cualquier conversación sobre distracciones y seguridad vial. Sin embargo, en la era de la hiperconectividad y los vehículos cada vez más tecnológicos, un nuevo contendiente le disputa ese dudoso honor, y según la Dirección General de Tráfico, con argumentos de peso para considerarlo aún más peligroso. Esta amenaza, integrada en el propio salpicadero, puede pasar más desapercibida, pero sus consecuencias son igualmente devastadoras, acechando en cada trayecto donde la atención se desvía, aunque sea por unos instantes, de lo verdaderamente importante: la carretera.

Publicidad

La familiaridad con estas pantallas integradas, desde el navegador GPS hasta los sistemas de infoentretenimiento, puede generar una falsa sensación de seguridad, como si su uso fuera una extensión natural de la conducción. Nada más lejos de la realidad. La DGT advierte que manipular estos dispositivos en marcha, incluso para tareas aparentemente sencillas, implica desviar la vista y la concentración durante segundos que pueden ser cruciales, convirtiendo una comodidad moderna en un riesgo latente capaz de desencadenar un accidente con la misma o mayor facilidad que el uso indebido del teléfono.

5
CONDUCIR CON LOS CINCO SENTIDOS: LA PREVENCIÓN COMO MEJOR HERRAMIENTA

Fuente Pexels

La solución para mitigar este creciente riesgo no pasa por demonizar la tecnología, que sin duda aporta grandes beneficios, sino por fomentar un uso responsable y consciente de la misma. La prevención y la concienciación son las herramientas más eficaces, entendiendo que la tarea principal al volante es conducir, y cualquier otra actividad secundaria debe supeditarse a esta prioridad absoluta. Esto implica interiorizar la necesidad de programar el GPS antes de iniciar la marcha, utilizar los comandos de voz siempre que sea posible o delegar la manipulación de estos sistemas en el copiloto. El móvil, por supuesto, debe seguir la misma lógica.

Las campañas de la DGT y de diversas asociaciones de seguridad vial inciden constantemente en la importancia de mantener la atención plena en la carretera. Pequeños gestos como silenciar las notificaciones del móvil antes de arrancar, o resistir la tentación de ajustar la música o el climatizador a través de complejos menús táctiles en momentos críticos de la conducción, pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y un desenlace trágico. Al final, se trata de aplicar el sentido común y recordar que ninguna ruta, canción o ajuste vale más que una vida humana, una premisa que debería regir cada decisión que tomamos cuando nos ponemos al mando de un vehículo, especialmente con un móvil cerca.

Siguiente

Publicidad