2024 se cerró con un balance alarmante en carreteras: 5 158 siniestros que implicaron motoristas, dejando 286 fallecidos, 1 448 heridos hospitalizados y 3 964 heridos leves, de acuerdo con datos oficiales de la DGT. Estos números no solo reflejan la gravedad de la situación, sino también la urgencia de adoptar medidas eficaces para proteger a este colectivo vulnerable.
Aunque las motos representan apenas el 19 % del parque de vehículos y el 3 % de los desplazamientos, concentran el 27 % de las muertes en la vía, según la DGT. Es decir, casi uno de cada cuatro fallecidos viajaba en moto, un dato que pone de manifiesto la desproporción entre el uso de este medio y los riesgos que conlleva la conducción en dos ruedas.
2Crecimiento de fallecimientos desde 2020

Tras una década estables con cifras en torno a las 224 muertes anuales en 2015, el número comenzó a descender hasta 175 en 2020. Sin embargo, desde ese año la curva se disparó hasta alcanzar 287 fallecidos en 2023, cerrando 2024 apenas un caso por debajo, con 286 víctimas mortales registradas por la DGT.
Esta tendencia al alza contrasta con la mejora de la seguridad en turismos y camiones, evidenciando que las motos siguen siendo un ámbito crítico. La DGT insiste en que las causas múltiples—velocidad, infraestructuras y equipamiento—deben abordarse de forma coordinada para revertir este crecimiento.