sábado, 21 junio 2025

Cuánto dinero puedes enviar a un familiar sin que Hacienda te pida cuentas

Hacienda siempre tiene un ojo puesto en los movimientos de dinero, y la cuestión de cuánto se puede enviar a un familiar sin encender las alarmas es una preocupación recurrente para muchos contribuyentes. Aunque el instinto nos diga que las transferencias entre parientes cercanos deberían ser un asunto privado, la realidad es que existen ciertos umbrales y normativas que la Agencia Tributaria vigila de cerca, especialmente para prevenir el blanqueo de capitales y el fraude fiscal. Conocer estos límites es fundamental para evitar sorpresas desagradables y mantener nuestras finanzas en regla.

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La Ley 10/2010, de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, establece un marco claro: las transferencias que superen los 6.000 euros están sujetas a un análisis más exhaustivo por parte de las entidades bancarias, que deben informar a Hacienda. Pero no es el único número a tener en cuenta, ni la única circunstancia que puede llevar a la Agencia Tributaria a pedir explicaciones, por lo que conviene entender bien la letra pequeña antes de realizar cualquier movimiento significativo de fondos, incluso dentro del núcleo familiar más íntimo.

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PRÉSTAMOS FAMILIARES: LA ALTERNATIVA FORMAL PARA EVITAR PROBLEMAS CON HACIENDA

Fuente Pexels

Si la intención es prestar dinero a un familiar con la expectativa de que sea devuelto, la mejor forma de evitar que Hacienda lo considere una donación es formalizar un contrato de préstamo entre particulares. Este documento, aunque sea entre familiares, debe recoger las condiciones del préstamo, como el importe, el plazo de devolución y el tipo de interés (que puede ser cero). Es importante registrar este contrato en la oficina liquidadora de la comunidad autónoma correspondiente, presentando el Modelo 600, aunque la operación esté exenta del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.

Esta formalización no solo dota de seguridad jurídica a ambas partes, sino que también ofrece una justificación clara ante Hacienda sobre el origen y el destino del dinero, así como de los pagos de devolución. No hacerlo, y simplemente transferir una suma importante, puede llevar a la presunción de una donación, con las consiguientes implicaciones fiscales. Un contrato bien hecho es la mejor defensa ante cualquier requerimiento de información por parte de la Agencia Tributaria.


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