Cuatro posibles escenarios que ven en T. Rowe Price al conflicto entre Israel e Irán, elaborados por Razan Nasser y a Peter Botoucharov, analistas de crédito de T. Rowe Price.
El conflicto entre Israel e Irán es una situación muy fluida con varios resultados geopolíticos potenciales. A continuación, esbozamos cuatro posibles escenarios sobre cómo podría evolucionar este conflicto a partir de ahora, seguidos de las posibles implicaciones para los mercados de petróleo y bonos de la región.
¿Un punto de inflexión en las tensiones entre Irán e Israel? Posibles escenarios
Cuatro posibles resultados del conflicto Irán-Israel
1. Escenario de confrontación controlada
En este escenario, ambas partes continúan intercambiando ataques sin la participación de Estados Unidos u otras potencias externas. El intercambio de disparos probablemente disminuiría cuando Israel considere que ha infligido suficiente daño a las capacidades militares de Irán, lo que podría llevar varias semanas o potencialmente varios meses. Sin embargo, los intercambios ocasionales de fuego pueden persistir más allá de este período.
Es probable que se mantenga la preocupación por el hecho de que Irán intente reconstituir su programa nuclear. Incluso si Irán pierde potencia de fuego y los ataques se vuelven unilaterales, Irán podría soportar la situación e intentar encontrar formas de responder y reconstituirse. En este escenario, el impacto del conflicto se limita a los activos regionales, pero existen riesgos de daños colaterales a las instalaciones petrolíferas de la región u otros objetivos. En este momento, este es el escenario de mayor probabilidad, en nuestra opinión.

2. Conflicto más amplio que implique a EE.UU.
Hasta ahora, EE.UU. se ha abstenido de intervenir directamente en el conflicto. Esto podría cambiar si los activos militares estadounidenses en la región son atacados o si el suministro energético de la región se ve amenazado. Se trata de un importante riesgo a la baja que, de producirse, probablemente tendría repercusiones más amplias en los mercados. También es importante señalar que no está garantizado que la implicación de Estados Unidos en el conflicto conduzca a un final decisivo. En este momento, creemos que se trata de un escenario de probabilidad media.
3. Irán recula y se acerca a EE.UU. para reanudar seriamente las conversaciones nucleares
Esto podría llevar a EE.UU. a presionar a Israel para un alto el fuego y la reanudación de las negociaciones nucleares. Aunque este sería un resultado constructivo, le asignamos una probabilidad baja. Esto se debe a que, aunque Irán podría estar dispuesto a aceptar un alto el fuego a cambio de conversaciones nucleares, lo que le daría un respiro de los combates y una oportunidad para reconstituirse, hay pocos incentivos para que Israel acepte un acuerdo de este tipo.
En última instancia, sería difícil que Irán aceptara renunciar a sus capacidades nucleares y a sus misiles balísticos, ya que esto se percibiría internamente como una rendición absoluta ante Israel.
4. Colapso del régimen iraní
En esta fase, asignamos una probabilidad baja a este resultado, con la advertencia de que los cambios de régimen político son difíciles de predecir.

Consecuencias para la inversión: Impacto regional y petróleo
Oriente Medio se verá afectado en diverso grado por el conflicto. Un hecho negativo para todos sería que se interrumpiera el tráfico en el estrecho de Ormuz, una estrecha vía navegable que permite transportar aproximadamente un tercio de los suministros mundiales de petróleo por vía marítima.
En cuanto al petróleo, los objetivos se han limitado hasta ahora a las instalaciones energéticas nacionales; ningún barril de petróleo exportado se ha visto afectado todavía. Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí tienen capacidad para sortear el Estrecho para una gran parte de sus exportaciones, pero no es el caso de Irak y Kuwait. Los riesgos de bloqueo del estrecho de Ormuz son limitados, pero los cargadores y las aseguradoras podrían verse disuadidos de utilizar la ruta, dado el conflicto.
Consecuencias para la inversión: los riesgos están infravalorados
Con los riesgos sesgados a la baja, los mercados de bonos regionales de Oriente Medio están siendo demasiado complacientes, en nuestra opinión. Es poco probable que el conflicto se resuelva a corto plazo. A los precios actuales, creemos que no se está compensando adecuadamente a los inversores. Por ejemplo, la deuda pública local y el crédito israelíes se enfrentan a un mayor riesgo geopolítico, a un posible deterioro de las finanzas públicas y a mayores necesidades de financiación.
En general, el entorno sigue siendo muy incierto. Seguimos vigilando la evolución de la situación para evaluar las implicaciones para los mercados financieros.