Pasar tiempo con el móvil en la cama activa procesos mentales que dificultan dormir, poniendo en riesgo descanso y bienestar. Estudios indican que esta práctica alarga el tiempo de conciliación y genera fatiga al día siguiente. Reconocer este hábito nocivo es el primer paso para recuperar energía y proteger tu salud a largo plazo.
Creer que una revisión rápida antes de dormir relaja puede engañar: el móvil en la cama envía señales de alerta al cerebro, retrasando la producción de melatonina. La luz azul altera el ritmo circadiano y provoca insomnio, empeorando el ánimo. Este pequeño truco nocturno puede costar horas de sueño acumulado y afectar rendimiento diario.
4Efectos mentales y emocionales

La exposición prolongada al móvil en la cama… contribuye al empeoramiento del estado de ánimo y aumenta la ansiedad, al mantener la mente en alerta. Además, altera la memoria y la capacidad de procesamiento de información, ya que el cerebro no descansa lo suficiente para consolidar emociones y aprendizajes.
Desconectar el móvil en la cama facilita procesar emociones y reduce la sobreestimulación neuronal. Apagar notificaciones y guardar el dispositivo fuera del dormitorio crea un espacio seguro para relajarte, mejorando la calidad del sueño y fomentando la resiliencia mental, imprescindible para afrontar el estrés diario.