A punto de cumplirse tres años desde que abandonó la prisión de Brieva, Iñaki Urdangarin ha decidido romper su silencio de la manera más contundente posible: con un libro de memorias que promete sacudir los cimientos de la familia real. Pilar Eyre, una de las periodistas más veteranas y respetadas en la cobertura de la monarquía española, ha sido la encargada de lanzar la bomba informativa a través de la revista Lecturas. Según ha explicado, el exduque de Palma ya tiene prácticamente finalizado el manuscrito y su publicación está prevista para enero de 2026. No se tratará de una simple autobiografía, sino de una obra sin filtros, escrita de su puño y letra, sin ningún tipo de supervisión ni censura por parte de Zarzuela. «Explotará una bomba de largo alcance», ha adelantado Eyre, resumiendo el potencial impacto de un testimonio que, según sus fuentes, será directo, honesto y cargado de reproches.
1El rey Felipe sale perjudicado

Urdangarin empezó a escribir estas memorias durante su etapa en la cárcel. Fue allí donde, tras asumir públicamente su condena, comenzó a reflexionar sobre todo lo vivido desde que entró a formar parte de la familia real. En el texto no faltarán episodios que marcaron su vida personal y profesional: su etapa como jugador de balonmano, su relación con la infanta Cristina, la boda que “paralizó Barcelona”, el nacimiento de sus cuatro hijos, su participación en actividades empresariales que lo llevaron ante los tribunales, y su experiencia en prisión. Pero más allá de los hechos que ya forman parte del conocimiento público, lo que verdaderamente despierta expectación es la forma en la que narra su relación con los Borbones, especialmente con Juan Carlos I y su hijo, el actual rey Felipe VI. Urdangarin no se guarda nada y, según la periodista, deja clara su profunda decepción con la familia a la que un día perteneció. “Me sacrificó, me dejó caer”, escribiría sobre el rey emérito, al que acusa de no haber movido un dedo para protegerlo cuando estalló el caso Nóos.
Este ajuste de cuentas va aún más lejos al abordar la figura de Felipe VI y de la reina Letizia. En el texto, Urdangarin refleja su amargura por el abandono emocional al que, asegura, fue sometido por parte del matrimonio. «No han querido saber nada más de él», resume Eyre, haciéndose eco de las palabras que un amigo cercano al exduque habría compartido con ella. A pesar de haber cumplido su condena, el entorno institucional le dio la espalda, y ese aislamiento ha calado hondo en el ánimo de quien un día fue un miembro destacado de la familia real. «Iñaki está muy solo. Todos le dan de lado y, pese a que ha cumplido su deuda con la sociedad, nadie olvida su pasado. Y él quiere contar su verdad», revela esta misma fuente.