En un escenario global cada vez más competitivo y diversificado, identificar mercados emergentes que ofrezcan estabilidad, proyección de crecimiento y oportunidades reales se ha vuelto más que una opción, algo obligatorio. Y uno de esos destinos estratégicos para las empresas españolas actualmente es Arabia Saudí.
Un país que ha intensificado su apertura económica con reformas ambiciosas y grandes inversiones en infraestructuras y desarrollo industrial. De hecho, el mercado saudí está en plena transformación bajo el ambicioso plan Saudi Vision 2030. Su volumen importador lo convierte en un destino clave para cualquier estrategia internacional.
Con un marco legal cada vez más profesionalizado y con estándares técnicos elevados, el país abre nuevas puertas a sectores en los que España tiene una sólida presencia exportadora.
Arabia Saudí, un mercado de alto valor en pleno auge
Arabia Saudí superó en 2024 los 200.000 millones de dólares en importaciones, consolidándose como el mayor mercado de importación del Golfo Pérsico. Se trata de una economía que no solo demanda materias primas o productos energéticos, sino que también presenta un gran dinamismo en sectores como la construcción, el equipamiento eléctrico, la energía, los electrodomésticos a gas o los bienes de consumo duraderos.
Para las empresas españolas, con una base industrial consolidada y una gran reputación en calidad y diseño, este escenario representa una oportunidad estratégica para diversificar mercados y aumentar la competitividad.
O lo que es lo mismo: exportar a Arabia Saudí no solo implica acceder a un mercado en crecimiento, sino también posicionarse en una región clave para el comercio internacional.
Sectores como la cerámica, el acero, los productos eléctricos o los aparatos a gas —todos con fuerte presencia en la industria española— están actualmente entre los más demandados en el país saudí, lo que refuerza el potencial de entrada para nuestros productos.

SQM, un requisito clave para competir
Dentro del proceso de modernización y exigencia técnica impulsado por la Saudi Vision 2030, Arabia Saudí ha reforzado sus sistemas de control de calidad mediante la Certificación SQM (Saudi Quality Mark), emitida por SASO (Saudi Standards, Metrology and Quality Organization). Esta certificación se ha convertido en un filtro obligatorio para muchas categorías de productos.
El objetivo del SQM es garantizar que los bienes que se comercializan en el país cumplen con estándares técnicos y de seguridad muy exigentes. Aunque pueda parecer inicialmente una barrera, contar con esta certificación no solo permite exportar a Arabia Saudí, sino que actúa como una herramienta de posicionamiento competitivo y diferenciación frente a otros actores internacionales.
El proceso incluye auditorías presenciales en planta, ensayos en laboratorios acreditados y una evaluación documental exhaustiva. La certificación tiene una validez de tres años e incorpora revisiones anuales que aseguran el mantenimiento del estándar de calidad.
Cómo abordar el proceso de certificación de Arabia Saudí con éxito
TÜV Rheinland, organismo global de certificación y uno de los pocos autorizados por SASO para emitir la SQM, subraya que anticiparse y preparar bien el proceso es clave para exportar a Arabia Saudí sin contratiempos.
Aunque se trata de una normativa técnica exigente, seguir un enfoque planificado permite cumplir con los requisitos sin generar bloqueos en la estrategia de internacionalización.
El primer paso es identificar qué productos del catálogo están sujetos a regulación saudí y qué requisitos concretos exige el programa SALEEM. Después, es fundamental centralizar y validar la documentación técnica, garantizando trazabilidad y coherencia en todo el proceso de producción.
Contar con el acompañamiento de un organismo acreditado como TÜV Rheinland reduce errores y acorta los plazos de obtención de la certificación. Además, permite a las empresas disponer de una interlocución directa con SASO y adaptarse con mayor rapidez a posibles cambios normativos.
Carlos Nalogowski Miranda, gestor de proyectos de TÜV Rheinland España, insiste en que “la exigencia del SQM ya está en vigor para sectores clave como la cerámica, el acero, los componentes eléctricos y los aparatos a gas, todos con una fuerte representación en el tejido industrial español. Anticiparse al proceso y cumplir con la normativa no solo asegura el acceso al mercado saudí, sino que también refuerza la imagen de marca frente a distribuidores y consumidores locales”.
Exportar a Arabia Saudí, una inversión de futuro
La posibilidad de exportar a Arabia Saudí se está convirtiendo en una estrategia de largo plazo para muchas empresas europeas. Las oportunidades derivadas del desarrollo urbano, los megaproyectos como NEOM o la creciente demanda de bienes de consumo hacen del país un destino preferente para los próximos años.
Además, contar con la certificación SQM no se limita a un cumplimiento normativo puntual, sino que abre puertas a otros mercados del Golfo que adoptan requisitos similares.
Para las empresas españolas que buscan ampliar su presencia fuera de Europa, Arabia Saudí representa un mercado exigente sí, pero también altamente rentable.