Los conductores ya conocen los radares convencionales, pero la DGT ha dado un paso más con dispositivos capaces de vigilar velocidad en ambos sentidos y detectar acelerones tras el paso. Estas máquinas pretenden erradicar maniobras para evadir sanciones y aumentar la seguridad vial en cada tramo controlado del país.
Aunque muchos memorizaron ubicaciones de radares fijos, bastan unos metros para pasarlos de largo y recuperar velocidad, algo que la DGT ha decidido impedir. Las nuevas unidades disparan una foto bidireccional, obligando a mantener el límite incluso al alejarse, lo que supone un cambio contundente para conductores despistados o temerarios.
9Futuro de la vigilancia vial

La DGT planea integrar radares inteligentes con cámaras de control del móvil y cinturón, creando sistemas multifunción que reconoceán infracciones múltiples en un solo equipo. Esta visión unificada pretende abarcar más conductas de riesgo y consolidar el concepto de “carretera segura” en todos los sentidos.
La digitalización de las multas y la conexión directa con bases de datos de fabricantes y aseguradoras permitirá sancionar en tiempo real y reducir trámites. Así, la Dirección agiliza procesos y refuerza su capacidad disuasoria, enfocándose en la prevención antes que en la recaudación.