Los conductores ya conocen los radares convencionales, pero la DGT ha dado un paso más con dispositivos capaces de vigilar velocidad en ambos sentidos y detectar acelerones tras el paso. Estas máquinas pretenden erradicar maniobras para evadir sanciones y aumentar la seguridad vial en cada tramo controlado del país.
Aunque muchos memorizaron ubicaciones de radares fijos, bastan unos metros para pasarlos de largo y recuperar velocidad, algo que la DGT ha decidido impedir. Las nuevas unidades disparan una foto bidireccional, obligando a mantener el límite incluso al alejarse, lo que supone un cambio contundente para conductores despistados o temerarios.
2Revelación del funcionamiento interno

El gran detalle que pocos conocen es que estos radares integran un sistema de inteligencia artificial que filtra falsos positivos, diferenciando vehículos y condiciones meteorológicas adversas. Este nivel de análisis no solo evita multas injustas, sino que garantiza la fiabilidad de cada denuncio, promoviendo la confianza en el sistema.
Según la DGT, la fase de pruebas incluyó escenarios reales de tráfico intenso y deslizamientos de carril, donde se registraron miles de infracciones en dos días. Este resultado demostró la eficiencia de los radares bidireccionales y aceleró su despliegue en las carreteras nacionales.