Impactante investigación de la OCU demuestra que la fecha de caducidad de los yogures no es un límite inflexible, sino una referencia orientativa ajustable según condiciones de conservación reales. Muchos consumidores descartan unidades perfectamente comestibles por interpretar esa fecha de modo rígido. Este hallazgo redefine las prácticas de almacenamiento y consumo habituales.
El yogur, consumido en desayunos, meriendas y cenas ligeras, ofrece proteínas, calcio y probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Su versatilidad lo convierte en aliñado de ensaladas, base de salsas y postre sano. Sin embargo, su vida útil depende tanto de la fórmula como de la temperatura de la nevera y del estado íntegro del envase.
9Variaciones según tipos de yogur

Yogures griegos, con su bajo contenido de lactosa y mayor concentración proteica, resisten mejor tras fecha preferente, manteniendo textura firme. En cambio, yogures líquidos pierden consistencia y se vuelven más ácidos. La OCU recomienda ajustar el uso de cada variedad según su formulación durante el periodo posterior a la fecha indicada.
Los yogures con probióticos activos requieren temperaturas constantes para preservar cultivos vivos. La OCU enfatiza que cualquier fluctuación térmica puede mermar su eficacia terapéutica, por lo que no deben exponerse a cambios bruscos de frío durante su almacenamiento y transporte.