Impactante investigación de la OCU demuestra que la fecha de caducidad de los yogures no es un límite inflexible, sino una referencia orientativa ajustable según condiciones de conservación reales. Muchos consumidores descartan unidades perfectamente comestibles por interpretar esa fecha de modo rígido. Este hallazgo redefine las prácticas de almacenamiento y consumo habituales.
El yogur, consumido en desayunos, meriendas y cenas ligeras, ofrece proteínas, calcio y probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Su versatilidad lo convierte en aliñado de ensaladas, base de salsas y postre sano. Sin embargo, su vida útil depende tanto de la fórmula como de la temperatura de la nevera y del estado íntegro del envase.
5Errores comunes al interpretar fechas

Uno de los fallos frecuentes es desechar inmediatamente yogures al superar su fecha preferente, aunque estén visualmente y olfativamente perfectos. La OCU advierte que esto genera un importante desperdicio de alimentos y dinero. En cambio, evaluar calidad mediante vista y olfato aporta una valoración más real.
Otro error es mezclar tipos de yogur en un mismo envase tras su apertura, acelerando la degradación. La OCU aconseja consumir cada envase individual y no trasvasar contenido, lo que también evita la introducción de bacterias no deseadas que pueden afectar al lote entero.