Impactante investigación de la OCU demuestra que la fecha de caducidad de los yogures no es un límite inflexible, sino una referencia orientativa ajustable según condiciones de conservación reales. Muchos consumidores descartan unidades perfectamente comestibles por interpretar esa fecha de modo rígido. Este hallazgo redefine las prácticas de almacenamiento y consumo habituales.
El yogur, consumido en desayunos, meriendas y cenas ligeras, ofrece proteínas, calcio y probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Su versatilidad lo convierte en aliñado de ensaladas, base de salsas y postre sano. Sin embargo, su vida útil depende tanto de la fórmula como de la temperatura de la nevera y del estado íntegro del envase.
4Cómo almacenar correctamente el yogur

La OCU insiste en guardar siempre los yogures en la parte central de la nevera, alejados de la puerta y de zonas con variaciones de temperatura. Asimismo, es importante respetar la cadena de frío durante el transporte desde el supermercado. Estas prácticas simples pueden prolongar la vida útil según el fabricante.
Mantener la nevera a 4–6 °C y no sobrecargarla garantiza una circulación de aire adecuada. La OCU recomienda no colocar el yogur junto a alimentos crudos, que puedan contaminarlo, y separar envases abiertos de los cerrados para preservar condiciones higienicas óptimas.