Impactante investigación de la OCU demuestra que la fecha de caducidad de los yogures no es un límite inflexible, sino una referencia orientativa ajustable según condiciones de conservación reales. Muchos consumidores descartan unidades perfectamente comestibles por interpretar esa fecha de modo rígido. Este hallazgo redefine las prácticas de almacenamiento y consumo habituales.
El yogur, consumido en desayunos, meriendas y cenas ligeras, ofrece proteínas, calcio y probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Su versatilidad lo convierte en aliñado de ensaladas, base de salsas y postre sano. Sin embargo, su vida útil depende tanto de la fórmula como de la temperatura de la nevera y del estado íntegro del envase.
3Factores que influyen en su vida útil

El tiempo de conservación depende de ingredientes y procesos de elaboración. Yogures con frutas, frutos secos o muesli suelen estropearse antes, pues estos añadidos favorecen la proliferación de bacterias. La OCU subraya que los yogures griegos y naturales sin aditivos pueden mantenerse semanas tras su fecha preferente, siempre bajo frío constante.
También influye la apertura del envase: una vez destapado, el yogur queda expuesto a contaminantes y pierde frescura más rápido. La OCU recomienda consumirlo en tres o cuatro días y cerrar bien la tapa para minimizar el contacto con el aire y la introducción de microorganismos ambientales.