miércoles, 18 junio 2025

Mario Vaquerizo suelta la bomba sobre su matrimonio con Alaska: se ha ido solo

Mario Vaquerizo ha vuelto a sorprender con una de esas decisiones que no pasan desapercibidas. El polifacético artista, siempre dispuesto a apuntarse a cualquier plan inesperado, ha hecho las maletas para emprender una aventura en solitario por África, dejando en España a su inseparable compañera de vida, Alaska. El viaje, que ha sido descrito como una mezcla perfecta entre trabajo y placer, ha captado la atención de sus seguidores no solo por los espectaculares paisajes que está compartiendo, sino también por el hecho de que esta vez ha viajado sin su mujer. Una circunstancia insólita para la pareja, especialmente por coincidir con una fecha tan señalada como el cumpleaños de Alaska.

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El mensaje de Mario Vaquerizo

Mario Vaquerizo, Jordi Évole enfermedades

Las palabras de Vaquerizo reflejan la solidez de una relación que ha superado más de dos décadas de vida en común. Aunque no pudieron estar juntos físicamente, Alaska respondió con su habitual sentido del humor y amor incondicional. “Pásalo en grande en este viaje tan bonito e interesante. Ojalá estar allí, pero el don de la bilocación no lo he conseguido en estos 62 años. A tu regreso celebramos. Te quiero”, escribió la cantante, reafirmando la estabilidad y el cariño que comparten desde hace 26 años.

El viaje a África de Mario Vaquerizo llega además en un momento personal especialmente significativo. Hace apenas unos meses, el cantante confesaba en una entrevista a la revista Semana que vivió un episodio límite tras una aparatosa caída en medio de un concierto, a finales de 2024. Un accidente que casi le cuesta la vida y que, según relató, supuso un punto de inflexión en su manera de ver el mundo. “Estuve a punto de morir y solo pensaba en que mis padres ya habían perdido un hijo”, revelaba con total franqueza. La experiencia le obligó a parar, a reconsiderar el ritmo frenético que llevaba y a reflexionar sobre la fragilidad de la vida.

Aquella caída no solo lo dejó físicamente maltrecho durante semanas, sino que removió emociones profundas que tenían que ver con la memoria de su hermano fallecido y con el dolor que sus padres habían vivido. “A mí esto me paró la vida. Soy una persona muy afortunada, me gusta lo que hago, y lo vivo todo con una felicidad e intensidad constante, pero no deja de ser trabajo y no puedes dejar que eso sea todo”, explicaba. En esa misma conversación, Mario reconocía que muchas de las afirmaciones que había hecho con ligereza en el pasado, sobre cómo llevaría una situación grave de salud, ahora se le hacían imposibles de sostener. “A mí antes se me llenaba la boca diciendo que, si yo me quedaba paralítico, que me llevaran a todas partes en silla de ruedas, o que si me quedaba en coma me dejasen, que ya despertaría. Pero ahora todo ha cambiado”, confesaba, señalando que lo más importante era evitar que sus seres queridos volvieran a sufrir.


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