Las entidades bancarias BBVA, Unicaja, Banco Santander, Banco Sabadell y Unicaja, están observando como ante los recientes acontecimientos geopolíticos han dejado claro que Europa necesita capital privado para invertir en defensa, junto con las transiciones digitales y ecológicas.
En este sentido, ante la reciente turbulencia del mercado y los nuevos impulsores de la fragmentación, existe un alto grado de incertidumbre sobre cómo evolucionarán los ingresos de la banca mayorista global. No obstante, las implicaciones cambiantes de las políticas comerciales y arancelarias de la administración cuestionan el mercado global de la banca.
«El mundo multipolar es el escenario más interesante y disruptivo, pero también el más dependiente de las acciones de los responsables políticos a nivel mundial. Tanto la necesidad como las políticas requeridas para crear mercados financieros más sólidos e instituciones financieras competitivas en Europa y Asia son conocidas desde hace tiempo», expresan los analistas de Morgan Stanley.

LAS INVERSIONES Y LOS PROBLEMAS QUE DEBEN AFRONTAR BBVA, SANTANDER Y SABADELL
Según el Informe Draghi, esta necesidad de inversión no tiene precedentes, ya que se requiere aproximadamente el 4,5 % del PIB de la UE (unos 800.000 millones de euros al año) para abordar la competitividad estructuralmente débil. Aumentar el gasto en defensa al 3% del PIB, en línea con el objetivo de la OTAN, requeriría 130.000 millones de euros adicionales al año, lo que implica una necesidad total de inversión de unos 900.000 millones de euros al año.
«Una de las principales barreras para cambiar esta tendencia es la naturaleza fragmentada de los mercados de capitales en Europa. No existe un único regulador del mercado de valores ni un reglamento único para todos los aspectos de la negociación (en comparación con Estados Unidos, que solo cuenta con la SEC desde la década de 1930), y el entorno postnegociación para la compensación y liquidación no está unificado, con más de 20 CCP y CSD solo para acciones», expresan los analistas de Morgan Stanley.
La excesiva dependencia de los préstamos bancarios DE SABADELL, BBVA Y SANTANDER en Europa supone un reto adicional
Asimismo, en comparación con Estados Unidos, las empresas de la Unión Europea dependen mucho más de la financiación bancaria. Es decir, aproximadamente el 70% de la deuda corporativa en Europa se financia con fondos bancarios, mientras que un porcentaje similar en Estados Unidos proviene de los mercados capitales.
No obstante, los bancos suelen tener dificultades para financiera nuevas empresas innovadoras, ya que estas tienen flujos de caja volátiles y, por lo tanto, a menudo requieren financiación alternativa, como fondos de capital riesgo o de capital privado. Dado el predominio de la financiación bancaria en Europa, las empresas más pequeñas y nuevas tienden a abandonar Europa para buscar financiación alternativa en EE. UU.

«Este problema se ve agravado por la escasez de capital a largo plazo. La Unión Europea carece de un sistema de pensiones sólido de segundo y tercer pilar (es decir, planes de pensiones profesionales y privados), y los ingresos por pensiones provienen principalmente del primer pilar (es decir, están financiados por el Estado)», añaden los expertos de Morgan Stanley.
Siguiendo esta línea, este hecho también limita la profundidad de la financiación disponible en los mercados de capitales, especialmente para inversiones a largo plazo, lo que a su vez genera un flujo de empresas que abandonan Europa en busca de fuentes de financiación. En marzo anunciaron la hoja de ruta describiendo la estrategia para la Unión del Ahorro y la Inversión.
LOS FLUJOS DE CAPITAL EUROPEOS
En la última década, se ha producido un flujo significativo de capital desde Europa hacia Estados Unidos. Las salidas netas de capital de la eurozona (incluida la IED) durante la última década han promediado aproximadamente el 2,5 % del PIB, con un pico alrededor de 2021, y las tenencias de valores estadounidenses en la eurozona han aumentado a más de 8 billones de dólares desde aproximadamente 3 billones de dólares hace una década.
No obstante, Europa tiene potencial para beneficiarse de una política de estímulo fiscal revitalizada y de la profundización del mercado de capitales, lo que aumenta su atractivo como destino de inversión. «Es probable que la perspectiva de Europa como un destino más atractivo para la inversión, y la sostenibilidad de este atractivo, estén estrechamente vinculadas a las iniciativas políticas en curso», añaden desde Morgan Stanley.

«La capitalización bursátil de los países de la UE-27 representa el 75% del PIB total, en comparación con el 200% en Estados Unidos De igual manera, los títulos de deuda emitidos como porcentaje del PIB representan solo el 10% en Europa, frente al 30% en Estados Unidos. Si las reformas de los mercados de capitales europeos se consolidan, creemos que estas brechas se cerrarán», apuntan los analistas del mercado financiero.