El argumento de Valle Salvaje llega a su cúspide en este nuevo capítulo, en el que las decisiones tomadas bajo presión van a marcar el destino de sus personajes. Mercedes y Bernardo han convertido su amor en un campo de minas, donde van a afrontar la voluntad de las consecuencias de haber traspasado las reglas de un mundo en el que rige tanto el poder como la apariencia. Aquello que un día fue un lazo de proximidad y de sinceridad es, actualmente, un lazo sin capacidad para escaparse de las consecuencias del dominio y de las traiciones deseadas.
3CELOS Y ALIANZAS EN VALLE SALVAJE

Amadeo e Isabel suponen la excepción a la regla en Valle Salvaje: en medio del caos su conexión parece aumentar. Pero su felicidad no pasa desapercibida. Eva, devorada por los celos, pone de manifiesto que el rencor puede ser más arriesgado que un enemigo declarado. La ira tiene motivos: no solo los celos de un amor no correspondido, sino la humillación de alguien que se siente dispuesto a perder en un juego propio.
Mientras tanto, Leonardo se convierte en un jugador impredecible. Qué apoyo el suyo con Bernardo. Así pues, no todos los poderosos están dispuestos a seguir un guion. ¿Empezará a ser él el que haga que la balanza se desequilibre? O solo será un personaje leal hasta un punto.
Pero el verdadero giro puede estar también en un lugar donde menos se sospecha. Bárbara, después de escuchar a Adriana, puede haber encontrado una nueva determinación. Su decisión sobre Pedrito no es solo un acto de compasión, sino un mensaje claro para todos los que la rodean: las reglas del juego están por cambiar.
En medio de ese torbellino de cambios, Don Hernando lanza una propuesta, confiado de poseer una cuota de poder incuestionable. Pero en un valle en el que del uno hacia el otro se rompen las lealtades y donde el amor puede ser un arma, los planes más bien trazados corren el riesgo de venirse abajo.