El rey Juan Carlos I vuelve a España. A sus 87 años, y en pleno debate sobre su papel dentro del actual relato monárquico, el padre del rey Felipe VI ha optado por retomar sus habituales escapadas a Sanxenxo tras haber esquivado una cita de especial trascendencia familiar: el 60º cumpleaños de su hija, la infanta Cristina. Su ausencia en esa celebración íntima ha sido muy comentada en los últimos días, sobre todo porque coincidió con la presentación de las memorias de Bárbara Rey, el pasado jueves 12 de junio, un acto que el emérito también decidió no afrontar de forma pública. Pese a la acumulación de eventos con potencial para incomodarle, don Juan Carlos parece decidido a retomar su calendario habitual de actividades y se espera su llegada a Galicia en los próximos días, justo a tiempo para participar en una nueva edición de las regatas que se celebran en aguas de la Ría de Pontevedra.
1España recibe al rey Juan Carlos

Esta visita, que volverá a tener como epicentro el Club Náutico de Sanxenxo, se enmarca en la celebración de la VII Liga Española de 6 Metros, dentro del circuito nacional para embarcaciones de la Clase 6m. La competición, que tendrá lugar entre el viernes 20 y el domingo 22 de junio, congregará a algunos de los equipos más destacados de la náutica española, y supone una nueva oportunidad para que Juan Carlos I mantenga la conexión con el mar que tanto ha marcado su biografía, incluso tras su salida de España en 2020. Una vez más, su presencia servirá como respaldo simbólico a un club que siempre le ha mostrado su apoyo y cuya actividad se ha entrelazado con los últimos años de vida pública del monarca emérito, lejos de los actos institucionales pero fiel a sus pasiones personales.
La elección de Sanxenxo como destino no es casual. Allí se siente cómodo, protegido y rodeado de un círculo de confianza que le permite escapar del foco mediático más áspero. Sin embargo, esta nueva escapada al norte no hace olvidar la ausencia más reciente y significativa en su agenda: la del cumpleaños de la infanta Cristina. La hija mediana de los reyes eméritos cumplió 60 años el pasado jueves, una cifra redonda que fue celebrada con discreción por su entorno familiar. Su padre, sin embargo, optó por no acudir. Aunque no se ha hecho pública ninguna explicación oficial sobre esa ausencia, algunos analistas interpretan esta decisión como un gesto más en la compleja relación que mantiene con sus hijos, especialmente con Cristina e Iñaki Urdangarin, cuya situación judicial fue uno de los capítulos más dolorosos para la monarquía en las últimas décadas.
Mientras tanto, don Juan Carlos sigue explorando nuevas posibilidades para reorganizar su vida fuera de España. Según ha publicado el medio especializado Monarquía Confidencial, el emérito estaría avanzando en sus planes para establecerse de forma más regular en Portugal, país al que le une un fuerte vínculo personal desde su infancia. Entre las opciones que baraja para fijar allí su residencia destacan Estoril y Cascais, dos localidades emblemáticas del litoral luso que forman parte del conocido «triángulo dorado» que completan junto a Sintra. Fue precisamente en Estoril donde vivió su padre, don Juan, con toda la familia durante los años del exilio. Juan Carlos llegó allí en 1946 con tan solo ocho años y permaneció hasta que en 1948 se trasladó a España para continuar sus estudios. Esa etapa marcó profundamente su identidad y ha mantenido desde entonces una relación afectiva con ese país.