Las humedades en viviendas y edificios son uno de los problemas más extendidos y subestimados que afectan a millones de hogares españoles. Estos problemas afectan tanto a la habitabilidad y el confort de los ocupantes como al valor patrimonial de las propiedades. Más allá de cuestiones estéticas, tener una humedad en casa es un riesgo para la salud y la integridad del hogar. E incluso del edificio.
Según explican desde Humitat Stop, especialistas en eliminación de humedades, el 75% de los edificios sufren problemas de este estilo, especialmente de las clasificadas como humedad por capilaridad. Esta cifra incluye tanto viviendas antiguas como construcciones modernas con deficiencias en sus sistemas de impermeabilización.
Tal incidencia revela que es un problema universal. Y solucionarlo requiere la intervención de profesionales capaces de aportar las soluciones adecuadas y técnicamente avanzadas para garantizar la reparación de las mismas.
No es un juego. Los riesgos para la salud asociados a ambientes húmedos son muchos y peligrosos. Además de la formación de moho, las humedades van unidas a la aparición de alergias respiratorias y agravamiento de problemas pulmonares existentes previamente.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 15% de las enfermedades respiratorias en Europa están relacionadas con exposición a ambientes húmedos y proliferación de moho. Las manchas de humedad en la pared constituyen solo la manifestación más visible de un problema más profundo que afecta la calidad del aire interior.
Tipos de humedad que existen
Los problemas de humedad en viviendas y edificaciones presentan orígenes diversos que requieren diagnósticos y tratamientos diferenciados. Tal y como subrayan desde Humitat Stop, la identificación correcta del tipo de humedad es fundamental para seleccionar la metodología de intervención más apropiada.
De este modo, los principales tipos son las causadas por condensación y las provocadas por una filtración , así como las humedades por capilaridad. Las primeras son aquellas generadas a causa del vapor de agua debido a diferencias térmicas interiores, mientras que la humedad por filtración se produce cuando hay una penetración directa de agua desde el exterior por deficiencias en la impermeabilización.
“La humedad por capilaridad se produce cuando el agua presente en el terreno asciende a través de los materiales porosos de cimentación y muros mediante fuerzas capilares que actúan contra la gravedad”, explican desde esta compañía especializada en la reparación de este tipo de patologías.
Este fenómeno afecta sobre todo a edificaciones antiguas que carecen de las barreras impermeabilizantes adecuadas, aunque también puede manifestarse en construcciones modernas con sistemas de aislamiento deficientes.
Desde el punto de vista de los profesionales de Humitat Stop, esta es la humedad más frecuente y entre las principales consecuencias que tiene su origen se encuentran la aparición de manchas en paredes, la cristalización de sales (salitre) que deterioran los revestimientos y la degradación progresiva de los materiales.
“El proceso de capilaridad genera un círculo vicioso donde la humedad facilita una mayor absorción capilar, acelerando el deterioro estructural y haciendo que los daños se extiendan, pasando de problemas estéticos a otros que, incluso, pueden poner en peligro la estabilidad estructural de la construcción en los
casos más severos”, apuntan estos especialistas.
A la hora de abordar la reparación de una humedad por capilaridad, la eliminación de manchas superficiales es uno de los errores más frecuentes que no resuelve el problema de fondo. De hecho, hace todo lo contrario, ya que genera reincidencias constantes que incrementan los costes de mantenimiento.
Por ello, prosiguen desde Humitat Stop, “nosotros contamos con el Sistema HS-221, una tecnología capaz de interrumpir el flujo de la humedad, mediante campos electromagnéticos de muy baja frecuencia, inocuos para la salud de las personas animales y plantas, que neutralizan las fuerzas capilares”. Esta técnica es la más fiable que existe en el mercado para este tipo de intervenciones.
Tras su aplicación, el secado completo de paredes de ladrillo se produce en menos de 4 meses, mientras que en muros gruesos este proceso tiene lugar en menos de 9 meses. Además, es una tecnología que se adapta a diferentes tipologías constructivas y espesores.
Al respecto, según el modelo seleccionado, puede intervenir sobre superficies que van desde 50 m² hasta 2.500 m², “lo que facilita su uso tanto en viviendas unifamiliares como en edificios comerciales de gran envergadura”, detallan desde Humitat Stop.
Las ventajas de este sistema, que no requiere la realización de obras “destructivas”, han demostrado tal eficacia que la compañía ofrece una garantía de 30 años cuando lo utiliza a la hora de solucionar las humedades por capilaridad.
Si has visto en tu casa una humedad, no esperes más. Contacta con profesionales para que hagan un diagnóstico y detectan qué tipo de humedad es. Como hemos visto a lo largo de este artículo, la humedad por capilaridad requiere intervención profesional inmediata para prevenir daños mayores y proteger la salud de los ocupantes.